Guido Crosetto declaró ante el Parlamento que la contraofensiva ucraniana de 2023 no había dado el resultado deseado y que la situación militar debía contemplarse con realismo.

"Desde esta perspectiva... parece que ha llegado el momento de una diplomacia incisiva, junto al apoyo militar, porque hay una serie de señales importantes procedentes de ambas partes", dijo Crosetto.

Rusia se muestra progresivamente dispuesta a negociar y a salvaguardar su economía, mientras que la postura de Ucrania parece menos intransigente que antes, afirmó.

"Todo esto debe tenerse en cuenta en el camino hacia las negociaciones para detener el conflicto y el posterior proceso de normalización de las relaciones, no sólo de Rusia con Ucrania, sino también con los países occidentales", afirmó.

Rusia ha dicho que está dispuesta a mantener conversaciones de paz si Ucrania tiene en cuenta las "nuevas realidades", lo que sugiere un reconocimiento de que Rusia controla alrededor del 17,5% del territorio ucraniano.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, ha rechazado cualquier idea de que Moscú esté interesado en las conversaciones, declarando este mes a la revista The Economist que Rusia sólo aceptaría una pausa en los combates si necesitara un respiro para reponer su ejército.

"En Ucrania, el frente interno parece no estar ya tan unido como en el pasado en el apoyo a la política del presidente Zelenskiy, lo que pone de manifiesto algunas divergencias en el discurso político", afirmó Crosetto.

Zelenskiy se ha embarcado en una avalancha de viajes internacionales en las últimas semanas, tratando de apuntalar el apoyo occidental en medio de advertencias de que el ejército ucraniano se está quedando sin armamento.

Italia aprobó el mes pasado un decreto que le permite seguir enviando suministros de guerra a Ucrania hasta finales de 2024. El gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni también acordó enviar a Kiev más material para reforzar sus defensas.

Crosetto, firme partidario de Kiev y alto cargo del partido Hermanos de Italia de Meloni, reiteró que cualquier negociación de paz debía reconocer claramente la agresión de Rusia contra Ucrania en febrero de 2022.

"La plena integridad territorial y las fronteras reconocidas de Ucrania siguen siendo el objetivo de toda la comunidad internacional", afirmó.