Sin embargo, parece que este desarrollo se ha ralentizado en los últimos años. Esta semana, Cruise, líder en el campo de los vehículos autónomos, ha empezado a despedir a los trabajadores temporales que dan soporte a su flota de vehículos sin conductor. Los despidos se producen después de que 950 de sus vehículos autónomos fueran retirados tras un incidente en octubre en el que un peatón fue arrojado en octubre, en el que un conductor humano arrojó a un peatón a la trayectoria de un Cruise, que lo arrastró unos seis metros al intentar frenar.

El término "retirada" en este contexto se refiere en realidad a una actualización de software que, según la empresa, de haberse aplicado habría inmovilizado el vehículo autónomo de Cruise tras el incidente. Sin embargo, el DMV de California ya había revocado las homologaciones de conducción autónoma de Cruise tras el accidente de octubre.

Fuente : Chartr

Podemos imaginar que esta ralentización no afectará a toda la industria y será efímera. Al fin y al cabo, la búsqueda del vehículo autónomo no es nueva, y la humanidad lleva más de 80 años queriendo hacer realidad este sueño.

¿Sabía que la historia de los vehículos autónomos se remonta a varias décadas atrás, mucho antes de la llegada de las modernas tecnologías de inteligencia artificial?

El concepto se planteó por primera vez en la Feria Mundial de Nueva York de 1939. El concepto de coche autónomo se presentó como parte del Futurama de General Motors.

Después, en los años 50 y 60, tuvieron lugar los primeros ensayos de vehículos autónomos, con coches controlados por cables eléctricos integrados en la carretera. A finales de los 80, programas de investigación como el proyecto Eureka Prometheus de Mercedes-Benz en Europa desarrollaron coches capaces de circular por autopistas a gran velocidad.

Después del año 2000, los vehículos autónomos ganaron popularidad gracias al Gran Desafío organizado por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) en Estados Unidos. En 2005, un vehículo de la Universidad de Stanford consiguió recorrer 131 millas en el desierto sin intervención humana.

En la década de 2010, empresas tecnológicas como Google con su proyecto Waymo (Alphabet) empezaron a invertir fuertemente en la conducción autónoma. Los coches autónomos empezaron a probarse en carreteras públicas. Hoy en día, los vehículos autónomos se están convirtiendo en una realidad comercial, con empresas como Tesla ofreciendo funcionalidades de conducción autónoma en sus vehículos (nivel 4). Aunque los vehículos autónomos aún no se utilizan habitualmente en las carreteras, cada vez están más presentes en los debates sobre el futuro del transporte. Los avances en inteligencia artificial, sensores y procesamiento de datos siguen impulsando esta tecnología.