Estados Unidos tiene 2.500 soldados en Irak, asesorando y ayudando a las fuerzas locales para evitar un resurgimiento del Estado Islámico, que en 2014 se apoderó de grandes partes de Irak y Siria antes de ser derrotado. Cientos de tropas de países europeos en su mayoría también forman parte de la coalición.

El gobierno de Irak afirma que el Estado Islámico está derrotado y que el trabajo de la coalición ha terminado, pero está dispuesto a explorar el establecimiento de relaciones bilaterales con los miembros de la coalición, incluida la cooperación militar en materia de formación y equipamiento.

Irak también afirma que la presencia de la coalición se ha convertido en un imán para la inestabilidad en medio de los ataques casi diarios de las milicias respaldadas por Irán contra las bases que albergan a las fuerzas y los ataques de represalia de Estados Unidos, que se han intensificado desde que comenzó la guerra israelí en Gaza en octubre.

Está previsto que las conversaciones se celebren entre oficiales militares para evaluar los requisitos operativos y la eficacia de las fuerzas de seguridad iraquíes y las amenazas a las que se enfrentan, en función de lo cual ambas partes determinarán la rapidez con la que se retira la coalición y cómo serán las futuras relaciones bilaterales.

Reuters informó el miércoles de que Estados Unidos e Irak iban a iniciar las conversaciones.

Funcionarios estadounidenses e iraquíes afirman que se espera que el proceso dure muchos meses, si no más, sin que el resultado esté claro y sin que la retirada de las fuerzas estadounidenses sea inminente.

Washington teme que una retirada rápida pueda crear un vacío de seguridad que podría llenar el archirrival Irán o el Estado Islámico, que mantiene células durmientes en zonas desérticas y ha seguido cometiendo atentados de bajo nivel a pesar de no poseer ningún territorio.

Estados Unidos invadió Irak y derrocó al líder Sadam Husein en 2003, lo que precipitó años de guerra de insurgencia y combates entre los grupos étnicos y religiosos iraquíes. Retiró sus tropas en 2011, pero envió a miles de regreso tras la irrupción del Estado Islámico en el país tres años después.