Sin embargo, las perspectivas de asegurar cualquier tregua parecían inciertas, ya que Israel dijo que, paralelamente, planeaba ampliar su barrido para destruir a Hamás, mientras que la facción islamista se mantenía firme en su exigencia de un fin permanente a la guerra de casi cinco meses.

Los residentes dijeron que las fuerzas israelíes bombardearon varias zonas del enclave mientras los tanques entraban en Beit Lahiya y soldados y hombres armados libraban batallas campales en el sector de Zeitoun de la ciudad de Gaza, ambos en el norte, que había sido conquistado al principio de la ofensiva.

Al menos 86 palestinos murieron en ataques israelíes desde el sábado, según los médicos. El ejército israelí dijo que dos soldados murieron en combates en el sur de Gaza y que sus fuerzas habían matado o capturado a varios pistoleros palestinos en Zeitoun y otros lugares.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó a su gabinete de guerra para una sesión informativa a última hora del sábado de los jefes de los servicios de inteligencia que regresaban de una reunión con mediadores qataríes, egipcios y estadounidenses en París sobre un posible segundo alto el fuego en Gaza.

CONVERSACIONES DE ALTO EL FUEGO

La primera pausa en los combates, en noviembre, supuso la liberación de alrededor de la mitad de las 253 personas que Hamás capturó durante una matanza transfronteriza el 7 de octubre que desencadenó la guerra. En ese acuerdo, Israel liberó al triple de palestinos de sus prisiones de seguridad y admitió más ayuda humanitaria en Gaza.

Los medios de comunicación israelíes, citando a funcionarios anónimos, publicaron informes sobre un marco para la devolución de alrededor de un tercio de los 130 rehenes que aún permanecen en Gaza durante una tregua de seis semanas que abarca el mes sagrado musulmán del Ramadán. No hubo confirmación formal por ninguna de las partes.

Funcionarios palestinos dijeron que Hamás insistía en que Israel suspendiera la ofensiva y retirara sus fuerzas bajo cualquier acuerdo. Israel señaló su intención de entrar en una de las últimas ciudades donde Hamás, que ha jurado su destrucción, tiene fuerzas intactas.

"Estamos trabajando para lograr otro marco para la liberación de nuestros secuestrados, así como para completar la eliminación de los batallones de Hamás en Rafah", dijo Netanyahu en Facebook, refiriéndose a la ciudad en el extremo sur de Gaza, cerca de la frontera con Egipto.

Esta semana, añadió, el gabinete de seguridad israelí aprobará los planes militares para Rafah, incluida la evacuación de más de un millón de civiles palestinos desplazados que se han refugiado allí y cuyo destino preocupa a las potencias mundiales.

Casi 30.000 palestinos han muerto en la guerra, según los responsables médicos de Gaza. La incursión de Hamás del 7 de octubre mató a 1.200 personas en Israel, que también ha perdido 241 soldados en los combates terrestres de Gaza que siguieron, según los recuentos oficiales.