El número de muertos asciende ahora a 179. Las autoridades han buscado esta semana restos en fosas poco profundas diseminadas por el bosque de Shakahola, así como cualquier superviviente, ya que cientos de personas siguen dadas por desaparecidas.

El miércoles, un tribunal keniano denegó la libertad bajo fianza a Paul Mackenzie, líder de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, acusado de ordenar a sus seguidores que mataran de hambre a sus hijos y a sí mismos para poder ir al cielo antes del fin del mundo.

La responsable regional, Rhoda Onyancha, declaró que la búsqueda se había ampliado el viernes a otras partes del bosque. Las exhumaciones se reanudarán el sábado.

Entre los cadáveres exhumados el viernes, 12 eran de niños, dijo a Reuters un enterrador en el lugar de las exhumaciones, que pidió no ser identificado.

Mackenzie aún no ha tenido que declarar. Su abogado ha dicho que estaba cooperando con la policía en su investigación.

A principios de este año, Mackenzie fue detenido y posteriormente puesto en libertad bajo fianza como sospechoso del asesinato de dos niños por inanición y asfixia. Regresó al bosque de Shakahola tras ser puesto en libertad y adelantó su predicción del día del juicio final de agosto al 15 de abril, según afirman los familiares de sus adeptos.