El Estado de la Unión Europea, que ha luchado por frenar su déficit presupuestario desde antes de la pandemia del COVID-19, celebra este año elecciones locales, presidenciales, parlamentarias y europeas.

Hasta ahora ha recibido unos 9.000 millones de euros (9.760 millones de dólares) de un paquete total de 28.500 millones de euros en subvenciones y préstamos disponibles hasta 2026 en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) de la UE.

Los pagos están condicionados a una serie de reformas, incluidos cambios fiscales, y el progreso de Rumanía se ha estancado.

El Estado del Mar Negro envió una tercera solicitud de desembolso en diciembre y representantes de la Comisión se encuentran en Bucarest esta semana para debatir los objetivos y plazos incumplidos.

"El tercer pago (...) se ha retrasado en comparación con donde deberíamos haber estado", declaró en una conferencia la directora del grupo de trabajo del FRR de la Comisión, Celine Gauer.

"Vemos que muchas inversiones no han comenzado realmente. Mi mensaje es de urgencia".

Declan Costello, director adjunto de la Dirección de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión, declaró que Bruselas estaba muy preocupada por la situación fiscal de Rumanía.

"El déficit debería haberse corregido este año", declaró Costello en la misma conferencia. "Vemos que las tendencias van en la dirección equivocada. En estos momentos yo esperaría que el déficit se acercara, si no superara, el 7% del PIB este año".

Rumanía se comprometió inicialmente a situar su déficit presupuestario por debajo del límite máximo de la UE del 3% del PIB para 2024. Sin embargo, actualmente sólo espera cumplir ese objetivo en 2027, suponiendo que no modifique su sistema fiscal. Rumanía, que está sometida al procedimiento de déficit excesivo de la UE desde 2020, tiene como objetivo un déficit del 5,0% del PIB este año y recauda unos ingresos fiscales del 27,5% del PIB, frente a la media del 41% de la UE.

(1 dólar = 0,9225 euros)