Sin embargo, la llamada "misión de asesoramiento técnico" no llegaría a ser una misión de más alto nivel con poderes de investigación que pretenden varios países, entre ellos Estados Unidos y Gran Bretaña.

En cambio, la misión facilitaría el diálogo y ayudaría a China a alinear sus prácticas con las internacionales, dijeron las fuentes.

Un portavoz de la OIT no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. La OIT se reúne el sábado para formalizar su recomendación.

El comité de la OIT expresó a principios de este año su "profunda preocupación" por las políticas de China en la región del extremo occidental de Xinjiang, donde los grupos de derechos alegan que los uigures musulmanes son obligados a realizar trabajos forzados y en prisión.

China niega las acusaciones. Pekín dijo durante las reuniones de la semana pasada que sus leyes, reglamentos y prácticas se ajustan plenamente a los principios de una Convención sobre la discriminación.

Los Estados miembros y un grupo de trabajadores plantearon formalmente las preocupaciones en la reunión de la OIT de la semana pasada, y el comité ha estado considerando la posibilidad de actuar desde entonces.

Pekín aprobó en abril la ratificación de dos convenios sobre el trabajo forzoso, pero aún no han presentado la documentación completa necesaria para que entren en vigor, por lo que la OIT no puede evaluar su cumplimiento de esos textos.