La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas advirtió el viernes de que la lucha mundial contra la mutilación genital femenina estaba siendo socavada por las familias que cruzan las fronteras para someter a niñas a este procedimiento.

Un informe de la oficina de derechos de la ONU descubrió que algunas familias de países donde la práctica está prohibida viajaban a estados vecinos o más lejanos donde era legal o donde no se aplicaban las leyes que la penalizaban.

"La mutilación genital femenina forma parte de un continuo de violencia de género y no tiene cabida en un universo que respete los derechos humanos", declaró en un comunicado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk.

"Debe ser eliminada en todas sus formas, y desarraigados los estereotipos de género y las normas patriarcales que la anclan y perpetúan".

Según el informe, el número exacto de niñas que han sido sometidas a la mutilación genital femenina transfronteriza o transnacional sigue siendo desconocido debido a su carácter clandestino.

Según UNICEF, más de 230 millones de niñas y mujeres han sido sometidas a la mutilación genital, incluidos más de 144 millones en África y más de 80 millones en Asia.

La ONU ha calculado que 4,3 millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica, que no aporta ningún beneficio para la salud y puede causar graves problemas de salud, como infecciones crónicas.

Gambia -donde las cifras del gobierno muestran que el 73% de las mujeres de entre 15 y 49 años han sufrido mutilaciones genitales- podría ser el primer país en levantar la prohibición.

"No hay justificación para la violencia de género contra las mujeres y las niñas en ningún lugar, ni por motivos culturales ni por tradición", declaró Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La mutilación genital femenina está prohibida en más de 70 países, de los cuales al menos 35 se encuentran en el África subsahariana, según el Banco Mundial.