Al menos cinco personas, entre ellas tres mujeres y una niña, murieron el miércoles en el bombardeo de una ciudad de la provincia oriental congoleña de Kivu Norte, informó un portavoz del ejército, que acusó al grupo rebelde M23 del ataque.

Las muertes ilustran el empeoramiento de las secuelas civiles del conflicto de más de dos años entre las fuerzas congoleñas y la milicia M23, apoyada por Ruanda, que ha desplazado al menos a 1,5 millones de personas, según datos de la ONU.

Las bombas alcanzaron un barrio de la ciudad de Kanyabayonga por la tarde, declaró Mak Hazukay, portavoz del ejército en la provincia congoleña de Kivu Norte, donde estalló la insurgencia a principios de 2022.

Hazukay culpó al M23 del ataque, que según dijo también hirió a tres personas. No fue posible contactar inmediatamente con el M23 para obtener comentarios.

El conflicto, la ofensiva más sostenida del M23 desde la insurrección de 2012-2013, ha agravado una crisis humanitaria en una región que ha tenido poco respiro desde que Ruanda y Uganda la invadieron hace casi tres décadas.

El último ataque se produjo justo cuando algunos desplazados habían comenzado a regresar a Kanyabayonga, dijo a Reuters el teniente de alcalde Baraka Mungumwa.

"Pero debido a las bombas lanzadas hoy sobre la ciudad, como había muchas, la gente ha abandonado la zona", dijo, estimando que sólo quedaba alrededor del 20% de la población de unos 63.000 habitantes.