BRUSELAS, 12 sep (Reuters) -Las empresas de combustibles fósiles podrían tener que compartir sus beneficios excesivos para ayudar a los hogares e industrias europeas a hacer frente a las facturas de energía al rojo vivo, según un proyecto de plan de la Unión Europea presentado el lunes, mientras el coste de la "guerra energética" de Occidente con Rusia se cobra un precio cada vez mayor.

Los precios de la energía y la inflación se han disparado debido a que Moscú ha recortado el suministro de gas en respuesta a las sanciones occidentales impuestas por sus acciones en Ucrania, lo que ha llevado a Francia a decir a los consumidores que tendrían que compartir parte del impacto, mientras que el Reino Unido se encuentra entre los países que se enfrentan a la amenaza de recesión.

El borrador de la propuesta de la Comisión Europea, que según lo esperado se dará a conocer esta semana, prevé que los 27 países de la UE introduzcan una "contribución de solidaridad" para la industria de los combustibles fósiles.

Las empresas de petróleo, gas, carbón y refino tendrían que hacer una contribución financiera basada en los excedentes de beneficios imponibles obtenidos en el ejercicio fiscal de 2022, según el borrador, que aún podría cambiar y deberá ser aprobado por los Gobiernos de la UE.

"Dichos beneficios no se corresponden con los beneficios regulares que estas entidades obtendrían o podrían haber esperado obtener en circunstancias normales", decía el borrador del plan de la UE, al que tuvo acceso Reuters.

BP y Shell no hicieron comentarios inmediatos. TotalEnergies no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

También se prevé que las propuestas incluyan un plan de salvamento para las empresas eléctricas que se enfrentan a una crisis de liquidez. Sin embargo, los países están divididos en cuanto a los detalles y a la posibilidad de imponer un límite al precio que pagan por el gas, según los diplomáticos. Rusia ha afirmado que cortará todos los suministros si se impone un tope a su gas.

Mientras tanto, en toda Europa las empresas y los Gobiernos se afanan en buscar formas de hacer frente a la crisis.

IRRESPONSABILIDAD

En Francia, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, dijo que los consumidores estarían protegidos por nuevos topes en los precios de la energía cuando los actuales se agoten este invierno, aunque habría algunos aumentos, ya que sería "completamente irresponsable hacer recaer la carga... únicamente en el presupuesto del Estado".

En la vecina España, Iberdrola dijo que garantizaría el suministro de gas y electricidad durante cinco meses a los clientes considerados vulnerables por la Cruz Roja, tras lo cual deberán pagarse todas las facturas pendientes. 

El principal grupo de presión empresarial de Italia, Confindustria, dijo que estaba en conversaciones con el Gobierno sobre cómo se llevaría a cabo cualquier posible racionamiento de gas.

La UE quiere diversificar su suministro de energía. La empresa finlandesa Gasgrid ha declarado que quiere empezar a importar gas natural licuado (GNL) a través de una terminal flotante prevista para enero.

Por otra parte, el organismo de control de valores de la UE dijo que estaba "estudiando activamente" posibles medidas para aliviar las tensiones en los mercados energéticos, donde algunos participantes tienen dificultades para encontrar suficiente efectivo para cubrir sus posiciones.

En el Reino Unido, donde la inflación ha alcanzado un máximo de 40 años de más del 10%, la economía se expandió un 0,2% en julio en comparación con junio, menos del 0,4% esperado. La fuerte subida de los costos de la energía afectó a la demanda de electricidad y el aumento del costo de los materiales afectó al sector de la construcción.

Un "repunte decepcionantemente pequeño del PIB real en julio sugiere que la economía tiene poco impulso y probablemente ya está en recesión", dijo Paul Dales de Capital Economics.

ESCASEZ DE GAS

Mientras la Comisión Europea redacta la nueva serie de medidas de la UE, Noruega advirtió contra los topes del precio del gas.

"Un precio máximo no resolvería el problema fundamental, que es que hay demasiado poco gas en Europa", dijo el primer ministro noruego, Jonas Gahr Stoere, tras una llamada con la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Noruega, que es un estrecho aliado de la UE, se ha convertido en el mayor proveedor de gas del bloque después de que Rusia redujera las exportaciones tras la guerra de Ucrania, lo que le ha permitido obtener unos ingresos récord de su industria petrolera al dispararse los precios.

Los ministros de la UE ya han dado marcha atrás en la limitación de los precios del gas ruso, que representaba alrededor del 40% del gas del bloque antes de la invasión de Ucrania. Ese porcentaje se ha desplomado hasta el 9%, ya que Moscú ha cortado el suministro, alegando problemas técnicos causados por las sanciones.

IMPREVISIBLE

Mientras tanto, Rusia dijo que era difícil predecir las consecuencias para el tránsito de gas hacia Europa de un nuevo proceso de arbitraje iniciado por la empresa energética ucraniana Naftogaz.

Naftogaz dijo el viernes que Gazprom no le había pagado el transporte de gas a través de Ucrania a tiempo o en su totalidad.

"Podría haber muchas cosas imprevisibles tanto por parte de nuestros colegas occidentales como de los líderes de la industria del gas de Ucrania", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Los flujos de gas natural de Rusia a Europa por las rutas clave se mantenían estables el lunes, mientras que el gasoducto Nord Stream 1 permaneció cerrado.

Los precios del petróleo subían porque las conversaciones sobre el programa nuclear iraní parecían encontrar obstáculos y porque se avecina un embargo de los envíos de petróleo ruso, mientras la escasa oferta se esfuerza por satisfacer una demanda todavía robusta.

(Información de las oficinas de Reuters; redacción de Ingrid Melander; edición de Alexander Smith, Kirsten Donovan; traducción de Flora Gómez)