La asamblea de obispos, clérigos y laicos -denominada Sínodo General- también tiene previsto debatir el sábado cómo proteger a los vicarios que pudieran optar por no rezar por la unión de parejas del mismo sexo.

El CdE, que no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo en sus 16.000 iglesias, presentó en enero propuestas para permitir que las parejas homosexuales tengan un servicio de oración tras un matrimonio civil, y pidió disculpas a las personas LGBTQI+ por el rechazo y la hostilidad a los que se han enfrentado. El sínodo votó a favor de los planes en febrero.

Eso provocó que un grupo conservador de líderes de la Iglesia anglicana de todo el mundo declarara que ya no confiaba en el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, diciendo que había traicionado su ordenación.

En casa, sin embargo, hay presiones para ir más allá, con algunos obispos expresando públicamente su apoyo a los matrimonios entre personas del mismo sexo en las iglesias.

Las divisiones han sido profundas durante décadas sobre cómo la centenaria institución - iglesia madre para los 85 millones de anglicanos del mundo en 165 países - trata la homosexualidad y las uniones entre personas del mismo sexo. La homosexualidad es tabú en África e ilegal en más de 30 países de ese continente.

Welby, que es el líder espiritual de la Comunión Anglicana en sentido amplio, pidió a los obispos el año pasado que "abundaran en el amor hacia todos". Pero respaldó la validez de una resolución aprobada en 1998 que rechazaba "la práctica homosexual como incompatible con las Escrituras".

La obispa Sarah Mullally dijo a los periodistas el mes pasado: "Este no ha sido un periodo fácil para la gente de toda una serie de tradiciones y sabemos que quizá ha sido más duro desde febrero de lo que pudo haber sido antes".

Reiteró que las propuestas no cambiarían la doctrina de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y que habría protección para aquellos que "por motivos de conciencia" decidan no bendecir a parejas del mismo sexo.

'BOFETADA EN LA CARA

Los activistas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) llevan mucho tiempo luchando por los mismos derechos que sus compañeros cristianos heterosexuales. El matrimonio homosexual es legal en Gran Bretaña desde hace una década.

"La fe es importante para muchas personas LGBTQ+, por lo que la sugerencia del Sínodo de que se den bendiciones en lugar de matrimonios (es) una auténtica bofetada a nuestras comunidades", declaró a Reuters por correo electrónico Sasha Misra, directora asociada de comunicaciones del grupo de defensa de los derechos LGBT Stonewall.

Mullally dijo que el CdE estaba asimilando diferentes puntos de vista sobre el complejo asunto, y que llevaría tiempo elaborar las propuestas completas, que se esperan para cuando el sínodo se reúna en noviembre.