Se espera que la sequía, que actualmente se extiende por el 59% del país, continúe o se agrave en el valle medio y bajo del río Misisipi, así como en gran parte del Oeste y las Grandes Llanuras, dijo el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en su perspectiva de invierno (diciembre-febrero).

Sin embargo, las precipitaciones por encima de la media que se esperan en el Medio Oeste y en el valle del río Ohio podrían proporcionar cierto alivio a la vía fluvial asolada por la sequía más adelante en el invierno, dijo la NOAA, citando los efectos de un tercer invierno consecutivo de La Niña, un fenómeno climático que altera los patrones meteorológicos.

El nivel de las aguas del río Misisipi descendió a mínimos históricos este otoño, deteniendo en ocasiones los envíos de barcazas de grano, fertilizantes, carbón y otros productos básicos en la principal vía navegable y dejando al descubierto un naufragio de un siglo de antigüedad.

Alrededor del 60% de las exportaciones de grano de Estados Unidos salen del país a través de la costa del Golfo. También se han visto interrumpidos los envíos cruciales de fertilizantes, productos químicos agrícolas y sal para carreteras que suben por el río Misisipi de cara al invierno.

"En toda la parte baja del valle del Misisipi, somos partidarios de que continúen las precipitaciones por debajo de lo normal", dijo Jon Gottschalck, jefe de la Rama de Predicción Operativa del Centro de Predicción Climática de la NOAA.

"Eso ciertamente, si se cumple la predicción, llevaría a que los niveles de agua siguieran siendo bajos y exacerbaría las condiciones de sequía allí".

Los pronósticos de la NOAA también prevén que las condiciones de sequía persistirán o empeorarán en el oeste y en el cinturón agrícola del sur de las Llanuras, donde los agricultores tienen dificultades para plantar su cosecha de trigo de invierno debido a la excesiva sequedad de los suelos.

Casi el 90% de Kansas, el principal estado productor de trigo de Estados Unidos, se encuentra bajo algún nivel de sequía, el peor en al menos ocho años, según los datos del Centro Nacional de Mitigación de la Sequía.