El suministro eléctrico francés se ha reducido alrededor de un 4,5% o 3 gigavatios (GW) al reducirse la producción en los reactores nucleares y las centrales térmicas, según mostraron los datos del grupo nuclear controlado por el Estado, EDF.

La capacidad nuclear se redujo en 1,4 GW entre cuatro reactores y se desconectaron 1,6 GW de capacidad térmica en tres centrales.

La huelga -- una reacción contra los planes del gobierno de hacer que la gente trabaje más tiempo antes de jubilarse -- también perturbó el transporte público y las escuelas.

Las negociaciones salariales hicieron que los trabajadores del sector nuclear y de la producción de electricidad en general estuvieran especialmente motivados para unirse a la huelga, según declaró Viriginie Neumayer, representante del sindicato de la energía FNME-CGT.

Francia iba a ser un importador neto de electricidad de sus vecinos a lo largo del día, según mostraron los datos del operador de la red RTE.

En cuanto al refinado, las entregas de productos petrolíferos de los centros de TotalEnergies estaban bloqueadas, según la empresa.

Actualmente no había escasez de combustible en las gasolineras, con existencias en depósitos y estaciones de servicio a un nivel satisfactorio, añadió la empresa.

Entre el 75 y el 100% de los trabajadores de los emplazamientos de TotalEnergies se sumaron a la huelga, declaró Eric Sellini, coordinador del sindicato de línea dura CGT para TotalEnergies.

Por el momento no había bloqueos en los centros de Esso, la filial francesa de ExxonMobil, pero los trabajadores iban a acudir a manifestaciones a lo largo del día, dijo un representante de la CGT.

Los sindicatos, que han programado concentraciones de protesta en toda Francia a lo largo del día, quieren mantener la presión sobre el gobierno y esperan que se repita la gran participación de la primera jornada nacional de protesta, el 19 de enero.

Ese día, más de un millón de personas se manifestaron en oposición al aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años y al retraso de la edad de acceso a la pensión completa.

Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los franceses se oponen a la reforma, pero el presidente Emmanuel Macron y su gobierno pretenden mantenerse firmes. La reforma es "vital" para garantizar que el sistema de pensiones siga funcionando, dijo Macron el lunes.