Los datos de la Oficina Australiana de Estadística mostraron el miércoles que el índice de precios al consumo (IPC) subió un 1,9% en el trimestre de diciembre, superando las previsiones del mercado del 1,6%.

La tasa anual subió al 7,8%, desde el 7,3%, la más alta desde 1990 y más del doble del ritmo de crecimiento de los salarios. Sólo en diciembre, el IPC subió un 8,4% respecto al mismo mes del año anterior, frente al 7,3% de noviembre.

Una medida muy vigilada de la inflación subyacente, la media recortada, subió un 1,7% en el trimestre de diciembre, elevando el ritmo anual al 6,9% y muy por encima de las previsiones del 6,5%.