LONDRES, 20 oct (Reuters) - La inflación británica se ralentizó inesperadamente el mes pasado, pero el descenso supuso probablemente un respiro temporal para los consumidores, esperándose que el Banco de Inglaterra aborde la subida de precios elevando los tipos de interés, posiblemente dentro de dos semanas.

Los precios al consumo en el Reino Unido subieron un 3,1% en términos anuales en septiembre, frente al 3,2% de agosto, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.

Un sondeo de Reuters entre economistas había apuntado a una inflación del 3,2% en septiembre, aunque 11 de los 34 analistas que participaron habían previsto una ralentización del ritmo de crecimiento de los precios.

El sector de la hostelería fue el mayor lastre para la inflación el mes pasado, debido a que el plan de subsidios a las comidas de los restaurantes "Eat Out to Help Out", lanzado en agosto de 2020, quedó fuera de la comparación anual.

El mes pasado, el Banco de Inglaterra dijo que esperaba que la inflación subiera ligeramente por encima del 4% en el último trimestre de 2021, pero desde entonces los precios de la energía han seguido subiendo con fuerza.

El domingo, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, envió una nueva señal de que el banco central británico se está preparando para subir los tipos por primera vez desde el inicio de la crisis del coronavirus, ante el creciente riesgo planteado por la inflación.

(Reporte de Andy Bruce; edición de Guy Faulconbridge; traducido por Tomás Cobos)