Los analistas encuestados por Reuters esperaban una tasa del 3,8%.

Este descenso se debe principalmente a que los precios de la electricidad y los carburantes aumentaron en marzo de 2022 y disminuyeron este mes, según la agencia estadística.

La inflación subyacente, que elimina los volátiles precios de los alimentos frescos y de la energía, se situó en el 7,5% interanual, ligeramente por debajo del 7,6% registrado en febrero, según los datos.

Los precios de los alimentos han golpeado duramente los bolsillos de los españoles, subiendo más de un 16% en febrero respecto al año anterior.

El gobierno recortó el impuesto sobre el valor añadido de alimentos esenciales como el pan, el queso, la leche, las frutas y verduras y los cereales del 4% al 0% para aliviar el dolor de la inflación.

La ministra española de Economía, Nadia Calvino, declaró a principios de mes que espera que la inflación sea menor este año que en 2022, aunque habrá "mucha volatilidad" cada mes.

La inflación española a 12 meses armonizada con la Unión Europea fue del 3,1%, por debajo del 6,0% de febrero y del 4,0% esperado por los analistas encuestados por Reuters.