El mes pasado, Gran Bretaña anunció la garantía de precios para ayudar a proteger a los consumidores de los precios récord de la energía en medio de una inflación creciente.

Según el programa, que el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, ha dicho que costará unos 60.000 millones de libras en los próximos seis meses, pero cuyo coste total el gobierno no ha estimado, el coste de una factura energética anual media de un hogar sería de 2.500 libras.

Esto se compara con una factura esperada de más de 3.500 libras en octubre y con las previsiones de facturas mucho más altas que se avecinan.

Basándose en su gama de previsiones para la energía al por mayor, los analistas de Cornwall Insights dijeron que el plan costaría entre 72 y 140 mil millones de libras en total.

El gobierno pagará a los proveedores de energía la diferencia entre el precio mayorista que deben pagar para comprar la energía y el nivel tope al que deben venderla a los consumidores.

"Esto... deja al gobierno expuesto a los precios de la electricidad y el gas en los imprevisibles mercados mundiales de materias primas", dijeron los analistas.

"La necesidad de una estrategia de salida es, por tanto, crucial, sobre todo teniendo en cuenta... la necesidad de garantizar que no se prolongue más allá de los dos años".

Dijeron que la amplia gama de costes potenciales ponía de manifiesto la magnitud de la incertidumbre relativa a los futuros precios de la energía, especialmente en el segundo año del régimen.

Los precios al por mayor de la energía han alcanzado máximos históricos este año, tras la invasión rusa de Ucrania, y se prevé que sigan siendo volátiles.

(1 dólar = 0,8794 libras)