La confianza de los consumidores británicos cayó por primera vez en cuatro meses en febrero, ya que los hogares adoptaron una visión más sombría de sus recientes finanzas personales y de las perspectivas económicas más amplias, según mostró una encuesta el viernes.

El índice GfK de confianza de los consumidores, la encuesta más antigua de este tipo en Gran Bretaña, cayó 2 puntos hasta -21 en febrero, por debajo de todas las previsiones de un sondeo de Reuters entre economistas, que habían pronosticado una pequeña subida hasta -18.

El único componente del índice que no cayó fue el de las expectativas de los hogares sobre sus finanzas personales para el próximo año, que se mantuvo sin cambios en cero.

"Esta métrica es clave para comprender el estado de ánimo financiero de la nación, porque los hogares seguros de sí mismos son más propensos a gastar a pesar de la crisis del coste de la vida", declaró el director de estrategia de clientes de GfK, Joe Staton.

Todos los componentes del índice han subido con fuerza con respecto a hace un año, cuando la inflación apenas superaba el máximo de 41 años del 11,1% y la agitación de los mercados bajo el efímero mandato de la primera ministra Liz Truss estaba fresca en la mente de muchos hogares.

El primer ministro Rishi Sunak, sucesor de Truss, espera que el presupuesto del 6 de marzo pueda ayudar a reducir el gran déficit en las encuestas del Partido Conservador frente al opositor Partido Laborista, antes de unas elecciones nacionales que se espera que convoque a finales de año.

El consumo de los hogares británicos aún no ha recuperado el nivel que tenía antes de la pandemia de COVID-19 si se ajusta a la inflación, un panorama similar al de algunos otros países europeos pero que contrasta con el crecimiento del nivel de vida en Estados Unidos.

La inflación de los precios al consumo fue del 4% en enero, y el Banco de Inglaterra espera que vuelva a su objetivo del 2% durante el segundo trimestre del año debido a la caída de los precios de la energía.

Sin embargo, el Banco de Inglaterra no está dispuesto a recortar los tipos de interés desde su máximo de 16 años del 5,25%, ya que le preocupa que el rápido crecimiento de los salarios y la inflación de los precios de los servicios empujen de nuevo la inflación hacia el 3% más adelante en 2024. (Reportaje de David Milliken Edición de William Schomberg)