Antoine Galindo fue detenido el pasado jueves cuando se encontraba en misión en la capital, Addis Abeba, indicó la publicación Africa Intelligence en un comunicado. Indicó que un juez prolongó el sábado la detención de Galindo hasta el 1 de marzo.

Africa Intelligence dijo que Galindo "ha sido sospechoso de 'conspiración para crear el caos en Etiopía' y fue llevado ante un juez el 24 de febrero". La publicación afirmó que su abogado asistió a la vista y fue informado de los cargos.

"Africa Intelligence condena la detención injustificada (...) y pide su liberación inmediata", afirmó.

Los portavoces del gobierno y de la policía de Etiopía no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios. La embajada francesa en Addis Abeba no respondió a una solicitud de comentarios.

Una fuente diplomática francesa dijo que el ministerio de Asuntos Exteriores estaba siguiendo su caso y que Galindo había recibido varias visitas consulares desde su detención para evaluar las condiciones de su arresto, su salud y que se respetaban sus derechos.

Los activistas de derechos humanos han criticado en repetidas ocasiones las restricciones de Etiopía a la libertad de prensa, sobre todo en respuesta a la cobertura crítica de conflictos y crisis de seguridad.

El Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York, afirma que al menos ocho periodistas etíopes han sido detenidos desde agosto.

En los últimos años se ha expulsado de Etiopía a periodistas extranjeros o se les ha denegado la acreditación para trabajar, pero los últimos en ser detenidos fueron dos periodistas suecos en 2011.

Fueron condenados a 11 años de prisión por ayudar y promover a un grupo rebelde y por entrar ilegalmente en el país, antes de ser indultados y puestos en libertad al año siguiente.

El primer ministro Abiy Ahmed liberó a docenas de miembros de los medios de comunicación encarcelados cuando llegó al poder en 2018 como parte de una serie de reformas políticas.

Pero los críticos afirman que su gobierno ha reprimido duramente la disidencia mientras estallaban los conflictos civiles, incluida una guerra entre 2020 y 2022 en la región septentrional de Tigray.

Abiy afirma que está garantizando la estabilidad y la ley y el orden en la nación multiétnica.