GE dijo en 2021 que se escindiría en tres empresas públicas para simplificar su negocio, recortar la deuda e insuflar vida a sus maltrechas acciones.

Sin embargo, las acciones del conglomerado cayeron un 11,3% en 2022 mientras luchaba con la escasez de piezas y mano de obra. Las acciones de la empresa subieron un 2% el miércoles.

Pero la unidad de atención sanitaria, en la que GE tendrá una participación del 19,9% tras la escisión, ha sido un punto brillante en los últimos trimestres, ya que la fuerte demanda de sus equipos y servicios médicos le permitió subir los precios.

GE HealthCare -que operará dispositivos de imagen y ultrasonidos, soluciones de atención al paciente y negocios de diagnóstico farmacéutico- espera que sus mercados abordables se expandan hasta los 102.000 millones de dólares en 2025 desde los 84.000 millones de 2021.

La empresa dijo en diciembre que espera que el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas y el aumento de la clase media en muchos mercados emergentes impulsen los objetivos de crecimiento.

La empresa estará presente en más de 160 países y contará con unos 51.000 empleados en todo el mundo, según informó GE HealthCare el miércoles.

Las acciones de la empresa, que tiene previsto publicar sus resultados del cuarto trimestre y de todo el año el 30 de enero, cotizaban a 58,40 dólares en el Nasdaq.