Durante la noche se produjeron explosiones cerca de bases militares en las zonas controladas por Rusia y en la propia Rusia... una aparente muestra del creciente poderío de Kiev lejos de las líneas del frente.

Dentro de Rusia, dos pueblos fueron evacuados tras las explosiones en un depósito de municiones.

Pero Kiev ha sido tímido, comentando las explosiones sin reclamar la responsabilidad directa.

De forma más directa, el gobierno ucraniano está haciendo saltar las alarmas sobre una central nuclear que, según dice, las fuerzas de ocupación rusas están utilizando como escenario para ataques militares.

El viernes, Kiev dijo que sospechaba que Moscú estaba planeando una "provocación a gran escala" en la central nuclear de Zaporizhzhia como justificación para desconectarla de la red eléctrica ucraniana y conectarla a la de Rusia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de visita en el puerto ucraniano de Odesa el viernes, dijo que el emplazamiento nuclear pertenecía a Ucrania y afirmó que todas las fuerzas militares debían retirarse.

"...Si desmilitarizamos la planta como proponemos, el problema se resolverá. Evidentemente, la electricidad de Zaporizhzhia es electricidad ucraniana y es necesaria especialmente durante el invierno para el pueblo ucraniano. Y este principio debe respetarse plenamente".

El presidente ruso, Vladimir Putin, culpó a Kiev de bombardear el complejo nuclear y dijo que existe el riesgo de una catástrofe nuclear.

El Kremlin dijo que durante una llamada entre Putin y el presidente francés Emmanuel Macron, Putin confirmó la disposición de Rusia para una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica a Zaporizhzhia... y que Putin proporcionaría a los inspectores la ayuda necesaria.