Las exportaciones japonesas crecieron más rápido de lo previsto en septiembre, registrando un séptimo mes consecutivo de crecimiento de dos dígitos, una señal alentadora para la economía, ya que los problemas de la cadena de suministro mundial provocados por la pandemia amenazan con hacer descarrilar la frágil recuperación.

Los datos serán uno de los factores que el Banco de Japón examinará cuando publique las nuevas proyecciones de crecimiento trimestral en su reunión de política económica de este mes.

Las exportaciones aumentaron un 13% en septiembre con respecto al año anterior, según mostraron el miércoles los datos comerciales del Ministerio de Finanzas, frente a la previsión media del mercado de un aumento del 11%. Este aumento se produjo después de un incremento del 26,2% en el mes anterior.

Los envíos a China, el mayor socio comercial de Japón, aumentaron un 10,3% en septiembre en términos interanuales.

Los datos ofrecen a los responsables políticos un cierto alivio sobre las perspectivas de la economía japonesa, que salió del estancamiento provocado por la pandemia del año pasado gracias a la robusta demanda mundial.

Según un sondeo de Reuters, se espera que la tercera economía del mundo haya crecido un escaso 0,8% en el tercer trimestre, ya que la escasez de piezas y las limitaciones de suministro provocadas por el cierre de las fábricas asiáticas interrumpieron la producción de los fabricantes de automóviles.

Los responsables políticos están presionados para mantener intacta la frágil recuperación, que se ha enfrentado a tensiones adicionales por el resurgimiento de la pandemia en otras partes de Asia.

Las empresas japonesas también se enfrentan al aumento de los costes de las materias primas, agravado por la debilidad del yen, que podría erosionar los márgenes en un nuevo golpe a las perspectivas de crecimiento general. (Información de Kantaro Komiya; edición de Richard Pullin)