La participación de Berlín en la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Malí ha sido controvertida durante algún tiempo en Alemania, ya que el país de África Occidental profundiza sus lazos de la era soviética con Rusia.

Los combatientes del Grupo Wagner, una empresa militar privada vinculada al Kremlin, han estado apoyando al ejército maliense en su lucha contra los insurgentes islamistas desde finales del año pasado.

Alemania suspendió la semana pasada su misión de reconocimiento militar en Malí, con unos 1.000 efectivos desplegados principalmente en Gao, después de que las autoridades locales volvieran a retener una autorización de vuelo.

El lunes, las tropas alemanas y británicas de la ONU observaron dos aviones en el aeropuerto de Gao, un Embraer 314 Super Tucano y un L-39 Albatros, dijo el mando conjunto de operaciones militares de Alemania en un documento visto por Reuters.

La carta, dirigida a los comités de defensa y de asuntos exteriores del parlamento y de la que se hizo eco por primera vez la revista Spiegel, señalaba a continuación que Rusia había entregado aviones de ataque terrestre L-39 a las fuerzas malienses sólo la semana pasada.

"Dos horas más tarde..., entre 20 y 30 personas con uniformes militares que no pertenecían a las fuerzas de Malí fueron vistas descargando equipos de un avión de transporte maliense", decía el documento.

"Es casi seguro que eran miembros de las fuerzas de seguridad rusas. Hay que suponer que el L-39 tiene que ser operado por fuerzas rusas ya que las fuerzas de seguridad malienses no están a la altura", decía la carta.

Según el documento, no estaba inmediatamente claro qué papel debían desempeñar las fuerzas rusas en Gao.

Las operaciones alemanas no se han visto afectadas hasta ahora, según la carta.

"Con el despliegue de las fuerzas rusas y el suministro por parte de Rusia de capacidades de alto valor (aviones de ataque a tierra) en el aeropuerto de Gao, las fuerzas malienses siguen ampliando su zona de operaciones con el apoyo de Rusia hacia el noreste", dijeron los militares en el documento.

Malí está luchando para frenar una insurgencia islamista que echó raíces tras un levantamiento en 2012 y que desde entonces se ha extendido a los países vecinos, matando a miles de personas y desplazando a millones en toda la región del Sahel de África Occidental.

Francia anunció en febrero que retiraba sus tropas de Malí tras casi una década combatiendo a los insurgentes en ese país.