Los bancos de la zona euro evitaron verse atrapados en la volatilidad bancaria mundial del mes pasado, mostrando los beneficios de reforzar su capital, al tiempo que presentaban algunas de sus cifras de rentabilidad más sólidas en años.

Los mayores bancos supervisados por el BCE obtuvieron una rentabilidad sobre fondos propios del 7,68% en el último trimestre del año pasado, la cifra más alta registrada desde que el BCE empezó a recopilar este tipo de estadísticas en 2015 y superior al 6,70% de un año antes.

Los bancos tenían un coeficiente de capital de nivel 1 común del 15,27%, por encima del 14,74% de tres meses antes y muy por encima de todos los requisitos reglamentarios. El capital de nivel 1 es la medida fundamental de la solidez financiera de un banco.

Con la subida de tipos por parte del BCE en la cifra récord de 350 puntos básicos desde julio, los bancos han disfrutado de mayores márgenes en la concesión de préstamos en el último año, pero también se han enfrentado al riesgo de que los prestatarios tuvieran dificultades para devolverlos.

Sin embargo, con la economía de la zona euro bordeando la recesión, eso no pareció ser un problema, ya que la ratio de préstamos morosos alcanzó un mínimo histórico del 2,28% en el último trimestre de 2022.

Esto podría no gustar al BCE, que lleva tiempo quejándose de que los bancos son demasiado lentos a la hora de reconocer los problemas y necesitan ser más cautos en un entorno de bajo crecimiento.