En una advertencia a los departamentos jurídicos y de cumplimiento de las empresas, EY afirma que el 18% de los miembros de los consejos de administración declararon en la encuesta que engañarían a los auditores o a los organismos reguladores para mejorar su remuneración o sus primas, frente al 14% de un informe de 2020.

Además, el 17% ignoraría el comportamiento poco ético de terceros y el 15% falsificaría los registros financieros.

Más de la mitad de los encuestados para el Informe Global de Integridad 2022 de EY afirmaron que creían que los estándares de integridad se habían mantenido igual o habían descendido en los últimos 18 meses.

Algo más de dos de cada cinco afirmaron que la pandemia había hecho más difícil hacer negocios con integridad. Las autoridades llevan tiempo advirtiendo de que la agitación causada por el COVID-19 podría dar lugar a grandes fraudes o corrupción.

"La pandemia de COVID-19 ha tenido un grave impacto en las normas de integridad de las empresas de todo el mundo", afirmó Andrew Gordon, Responsable de Servicios Globales Forenses y de Integridad de EY, quien añadió que el trabajo a distancia había aumentado el riesgo de fraude y de comportamientos poco éticos.

"El trabajo híbrido dificulta una supervisión eficaz del cumplimiento, y los factores de riesgo de fraude suelen aumentar en tiempos de crisis", afirmó.

Alrededor del 42% de los miembros de juntas directivas encuestados afirmaron que en su organización se toleraba el comportamiento poco ético de altos cargos o directivos.

La agencia mundial de estudios de mercado Ipsos MORI entrevistó entre junio y septiembre de 2021 a 4.762 miembros de consejos de administración, directivos y empleados de algunas de las mayores organizaciones y organismos públicos de 54 países.

Interrogaron a personal de sectores como los servicios financieros, la industria manufacturera y de entidades del sector público. Los encuestados de Europa Occidental y Oriental representaron el 49% de las respuestas.