El Parlamento de la UE aprobó el miércoles nuevas normas para que las baterías sean más duraderas, más sostenibles y tengan un mejor rendimiento.

Las nuevas normas, que entrarán en vigor una vez que el Consejo Europeo haya aprobado formalmente el texto, afectan al diseño, la producción y la gestión de residuos de todos los tipos de pilas que se venden en la UE.

La demanda de baterías en Europa se disparará esta década, impulsada por los 30 millones de vehículos eléctricos que, según la UE, conducirán sus ciudadanos en 2030.

La nueva normativa pretende garantizar que esta demanda se satisfaga con baterías más ecológicas, con menos emisiones y producidas con materiales reciclados.

Según la normativa, las baterías de los medios de transporte ligeros (LMT) (por ejemplo, para patinetes y bicicletas eléctricas) y las baterías industriales recargables deben declarar y etiquetar su huella de carbono.

Dado que la fabricación de baterías depende en gran medida de la importación de materias primas críticas, que tienen un importante impacto medioambiental y social, ocho años después de la entrada en vigor de la normativa, también existirá la obligación de utilizar un mínimo de cobalto, litio, níquel y plomo reciclados.

Además, para fomentar el reciclaje de pilas, la nueva normativa establece objetivos para que los países de la UE recojan el 63% de las pilas portátiles en 2027 y el 70% en 2030, frente al objetivo actual del 45% que, según los datos de 2020, se cumplió en gran medida.

"Por primera vez, contamos con una legislación de economía circular que abarca todo el ciclo de vida de un producto, un enfoque que es bueno tanto para el medio ambiente como para la economía", declaró el eurodiputado Achille Variati. (Reportaje de Charlotte Van Campenhout;Edición de Elaine Hardcastle)