Los futuros del crudo Brent retrocedían 46 centavos, o un 0,5%, a 87,17 dólares a las 0031 GMT, mientras que los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) caían 40 centavos, también un 0,5%, a 81,24 dólares el barril.

La semana pasada el Brent subió un 2,8%, mientras que la referencia estadounidense registró un avance del 1,8%.

Los datos muestran un sólido repunte de los viajes en China tras la relajación de las restricciones del COVID-19, según afirmaron los analistas de materias primas de ANZ en una nota, señalando un aumento del 22% en la congestión del tráfico por carretera en lo que va de mes respecto al año anterior en las 15 ciudades clave del país.

El director de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, afirmó el viernes que los mercados energéticos podrían endurecerse este año si la economía china repunta como esperan las instituciones financieras.

"Yo no estaría demasiado relajado sobre los mercados, y 2023 bien podría ser un año en el que veamos mercados más tensos de lo que algunos colegas pueden pensar", dijo Birol a Reuters, hablando al margen de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos.

El aumento del tráfico en China antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar es un buen augurio para la demanda de combustible después de las dos semanas de vacaciones.

"El esperado aumento de la demanda se produce mientras el mercado se prepara para nuevas sanciones al petróleo ruso", señalaron los analistas de ANZ.

La Unión Europea y la coalición del Grupo de los Siete (G7) limitarán los precios de los productos refinados rusos a partir del 5 de febrero, además de su tope de precios sobre el crudo ruso en vigor desde diciembre y un embargo de la UE sobre las importaciones de crudo ruso por mar.

El G7 ha acordado retrasar la revisión del nivel del precio máximo del crudo ruso hasta marzo, un mes más tarde de lo previsto inicialmente, para dar tiempo a evaluar el impacto de la limitación de los precios de los productos petrolíferos.