Los rendimientos de la zona euro se mantuvieron firmes el miércoles, dirigiéndose a su mayor caída semanal en un mes, un día antes de una reunión del Banco Central Europeo que podría ofrecer una señal de hacia dónde pueden ir los tipos de interés durante el resto de este año.

El consenso entre los observadores del mercado es que no habrá cambios en la política monetaria del BCE y que los tipos de la zona euro se mantendrán en el 3,75%, por lo que la atención se centrará en lo que diga el banco central sobre las perspectivas para la reunión de septiembre.

Los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años, la referencia de la zona euro, se mantuvieron sin cambios en el 2,425%, tras haber tocado su nivel más bajo en tres semanas a primera hora del día. Los bunds también se encaminan a un descenso de 7 puntos básicos esta semana, la mayor caída semanal desde mediados de junio.

Los rendimientos italianos a 10 años, mientras tanto, cotizaron 1 pb al alza en el 3,72%, cerca de mínimos de tres meses, dejando su prima sobre los bunds alemanes 1,5 pb más amplia en 128,9 pb.

Las señales de que la inflación se está ralentizando en todo el mundo, junto con cierto nerviosismo en los activos europeos debido a la geopolítica, han contribuido al repunte de los precios de los bonos de la zona euro, lo que ha presionado a la baja los rendimientos.

El BCE se reúne el jueves y se espera que mantenga estables los tipos de interés, mientras que las perspectivas de futuros recortes de tipos dependerán de cómo evolucione la economía.

La inflación ha descendido desde la última reunión del BCE, pero no ha logrado remitir en el sector dominante de los servicios. Algunos responsables políticos dijeron que se sintieron acorralados en el recorte de tipos de junio y que no tienen prisa por marcar el siguiente paso.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, indicó en la última reunión que los responsables políticos aspirarían a relajar la política monetaria de forma gradual, lo que según Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments, indica que cualquier acción el jueves es "extremadamente improbable".

Citó una inflación de los servicios obstinadamente elevada y un repunte del crecimiento salarial como razones por las que el Consejo de Gobierno del BCE actuará con cautela.

"A partir de la comunicación del BCE, llegamos a la conclusión de que habrá que comprobar la adopción de nuevas medidas de relajación con la actualización de las perspectivas macroeconómicas prevista para septiembre. Esperamos que la Sra. Lagarde transmita una postura dovish de esperar y ver en la conferencia de prensa de mañana y esperamos el próximo recorte de tipos para septiembre", añadió Wolburg.

El mercado de swaps muestra que los operadores esperan al menos un recorte más de los tipos este año por parte del BCE, con un 80% de posibilidades de que se produzca en septiembre y una probabilidad razonable de otra reducción antes de finales de año.

En este contexto, la curva de rendimientos alemana -o brecha entre los rendimientos de los bonos a más corto y más largo plazo- se ha ido aplanando de forma constante durante los últimos tres meses.

Los rendimientos a dos años, que son más sensibles a los cambios en las expectativas de tipos, se sitúan sólo 36 puntos básicos por encima de los rendimientos a 10 años, frente a los 44 puntos básicos de hace un mes y los 90 puntos básicos de hace un año.

Los rendimientos Schatz a dos años subieron por última vez 1 pb, hasta el 2,779%. (Editado por Arun Koyyur, Philippa Fletcher, Alexandra Hudson)