El presidente francés, Emmanuel Macron, achacó el jueves el desbordamiento del déficit presupuestario a la desaceleración económica europea en general y descartó subir los impuestos para tapar el agujero, prometiendo en cambio mantener el rumbo de una estrategia económica que, según dijo, está dando sus frutos.

La segunda economía más grande de la eurozona superará su objetivo de déficit presupuestario por segundo año consecutivo en 2024 y planea buscar 10.000 millones de euros (10.760 millones de dólares) en recortes para reducir el déficit, según dijeron funcionarios franceses esta semana.

"Tuvimos un choque circunstancial a finales del año pasado que fue más brutal de lo esperado, en gran parte debido a una ralentización europea más amplia, la recesión alemana, la ralentización italiana, que condujo a un deterioro del déficit", dijo Macron.

"Entonces, ¿nuestra estrategia es errónea? No, no lo está. Está dando resultados", dijo, añadiendo que la estrategia responsable era recortar el gasto público "adecuadamente".

En declaraciones a los periodistas frente a la planta de un fabricante de armas, dijo que no cambiaría de estrategia y descartó subir los impuestos, a pesar de las peticiones de algunos legisladores de aumentar los impuestos a los ricos y a las empresas para recortar un déficit que este año se sitúa en el 5,1% del PIB.

"Descarto el escenario en el que digamos que podemos arreglar este problema con esa enfermedad tan francesa de subir los impuestos", dijo, añadiendo que no era necesario un nuevo presupuesto de emergencia.

Macron también negó que existiera tensión alguna con su ministro de Finanzas de toda la vida, Bruno Le Maire, que le acompañaba en la visita a la fábrica, después de que los medios franceses informaran de que Le Maire no había logrado convencer a Macron de recortar el déficit más rápidamente. (Reportaje de Michel Rose; Edición de Alison Williams)