LA HABANA, 22 nov (Reuters) - Altos funcionarios cubanos han informado por varias semanas un panorama cada vez más alarmante de la situación económica del país en una serie de apariciones por televisión durante horarios de máxima audiencia, revelando el alcance de la crisis económica con detalles sin precedentes.

Ministro tras ministro han dado malas noticias mientras la nación caribeña, dependiente de las importaciones, afronta un cuarto año de crisis económica, operando con un mínimo de divisas mientras la producción se desploma.

La producción de alimentos, el suministro de productos farmacéuticos y el transporte han disminuido al menos un 50% desde 2018, señalaron altos funcionarios, producciones que continuaron disminuyendo este año principalmente por la escasez crónica de combustible y los cortes de energía.

Cuba importa la mayor parte de los alimentos y el combustible que consume, pero los ingresos se han desplomado tras la pandemia, obstaculizados por las severas sanciones estadounidenses y el tambaleante turismo, que alguna vez fue un pilar de la economía en la isla caribeña.

"Los ministros proporcionaron nueva información que revela cuán grave es la crisis y que el crecimiento este año es muy dudoso", dijo el economista cubano Omar Everleny.

La producción de carne de cerdo, arroz y frijoles - alimentos básicos en el plato cubano - ha bajado más de un 80% este año con respecto a los niveles previos a la crisis, y los huevos un 50%, dijo el ministro de Agricultura, Ydael Jesús Pérez.

"Bajo las actuales condiciones y debido a la falta de disponibilidad de financiamiento, solamente se ha podido adquirir el 40% del combustible diésel requerido, el 4% de los fertilizantes y el 20% del alimento animal", explicó el Ministro.

Los hospitales, con escasez de insumos básicos como suturas, algodón y gasas, han realizado un 30% menos de los procedimientos quirúrgicos en comparación con 2019, según datos mostrados en la televisión durante la presentación de la viceministra primera de Salud, Tania Margarita Cruz. Casi el 68% de los productos farmacéuticos básicos no están disponibles.

El transporte público, vital en un país donde pocos cuentan con vehículo, también se ha visto afectado por la escasez de combustible y las dificultades para obtener piezas de repuesto.

"En La Habana están trabajando menos de 300 ómnibus, una ciudad que en la década de los 80 (antes del colapso de la Unión Soviética) llegó a tener 2 500 ómnibus y hace apenas 4 años teníamos 600", dijo el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.

Los ministros revelaron que el tráfico de mercancías a nivel nacional sigue disminuyendo y es la mitad de lo que era en 2019. La industria se mantiene operando al 35% de su capacidad.

El gobierno de Cuba ha reconocido que su economía estatal necesita una reforma.

Las autoridades locales, cada vez más presionadas a medida que aumentan los problemas y la tensión, han lanzado programas para contener el desabastecimiento de comida, construir viviendas y mejorar el flujo de transporte, pero permanecen paralizadas por la falta de fondos, según dijeron.

(Reporte de Marc Frank. Editada en español por Nelson Acosta; REUTERS NAB SDP/)