El banco central de Nueva Zelanda introdujo el martes límites a la financiación de la vivienda que los prestamistas pueden conceder a los prestatarios que deseen contraer una deuda elevada en relación con sus ingresos.

Las nuevas normas se producen cuando los responsables políticos tratan de reducir el riesgo de impago en el mercado inmobiliario neozelandés, que ha experimentado fuertes oscilaciones en los precios.

Los bancos tendrán que cumplir con las nuevas normas a partir del 1 de julio y las restricciones se aplicarán a los nuevos préstamos para propiedades residenciales tanto para propietarios-ocupantes como para inversores, dijo el banco en un comunicado.

Al mismo tiempo, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) suavizará las restricciones de la relación préstamo-valor (LVR), que limitan la cantidad de préstamos de bajo depósito que pueden conceder.

"Disponer tanto de las restricciones de la relación deuda-ingresos (DTI) como de las de la LVR significa que podemos centrarlas mejor en los riesgos para los que están diseñadas, al tiempo que conseguimos el mismo o mejor nivel general de resistencia en el sistema financiero", declaró Christian Hawkesby, vicegobernador del RBNZ.

La medida había sido bien señalada al mercado y no tiene implicaciones de política monetaria, según los economistas de Westpac.

Sin embargo, Westpac señaló que las marcadas diferencias entre los precios regionales de la vivienda y los niveles de ingresos podrían provocar cambios en el comportamiento de los inversores.

"Dado que los niveles de precio de la vivienda en relación con los ingresos varían significativamente en todo el país, una vez que las DTI sean vinculantes en las regiones de precios altos, podrían incentivar a los inversores de las regiones de ingresos más altos a invertir en las regiones de precios de la vivienda más bajos", decía la nota.

Los nuevos ajustes de las DTI permiten a los bancos tener un 20% de sus carteras de préstamos a prestatarios propietarios con una ratio deuda/ingresos superior a 6.