Tras la adquisición por parte de la empresa de la compañía de gas PGNiG y de la refinería Lotos en 2022, Orlen espera que el EBITDA, o beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, se duplique hasta unos 60.000 millones de zlotys (13.510 millones de dólares) en 2030.

La cotización de sus acciones subió más de un 5% tras la actualización de la estrategia.

De acuerdo con la nueva política, PKN Orlen realizará distribuciones anuales de dividendos equivalentes al 40% del flujo de caja libre ajustado generado por el grupo en el ejercicio precedente.

El importe de la distribución no será inferior al dividendo base garantizado, que se ha fijado en 4 zlotys por acción para 2022, y se incrementará cada año en 0,15 zlotys hasta alcanzar los 5,2 zlotys por acción en 2030.

Esto significa que el dividendo base aumentará hasta un 49% a lo largo de la década.

Tras su transformación en una empresa energética, menos centrada en los combustibles fósiles, PKN Orlen anunció objetivos más ambiciosos en materia de energías renovables y prevé gastar unos 120.000 millones de zlotys en proyectos ecológicos -o el 40% de su gasto de capital previsto- para 2030.

También se ha comprometido a eliminar progresivamente la energía de carbón para 2035.

La empresa dijo en 2020 que planeaba llegar a ser climáticamente neutra en los próximos 30 años, aunque Polonia es el único estado de la Unión Europea que no se ha comprometido a reducir las emisiones a cero para 2050.

PKN Orlen tiene el objetivo de alcanzar más de 9 gigavatios de capacidad instalada en fuentes de energía limpias para 2030, a partir de un objetivo anunciado previamente en 2020 de 2,5 gigavatios.

(1 $ = 4,4427 zlotys)