El partido nacionalista PVV de Wilders fue el claro vencedor de las elecciones de noviembre, y la semana pasada, tras casi seis meses de tensas negociaciones, alcanzó un acuerdo de coalición con otros tres partidos conservadores.
Pero aún no está claro quién dirigirá este gobierno, ya que Wilders abandonó su pretensión al primer puesto hace meses para sentar a la mesa a sus posibles socios.
El político abiertamente antiislamista aún no ha nombrado a ningún candidato después de que su posible primer elegido, el ex ministro de Trabajo Ronald Plasterk, dijera el pasado fin de semana que no estaba disponible.
"Confío en que encontraremos una solución", dijo Wilders en un debate sobre el acuerdo de coalición, añadiendo que esperaba que probablemente se tardaría otras cinco semanas en formar un gabinete.
Wilders dijo que cualquier nuevo primer ministro no estaría "atado de pies y manos" por los líderes políticos del parlamento, sino que se esperaría que se ciñera a los planes establecidos en el acuerdo de coalición.
Estos incluyen propuestas que pondrían a Holanda en rumbo de colisión con Bruselas, ya que pretenderían excepciones en las normas de la UE sobre migración y medio ambiente y un recorte de 1.600 millones de euros (1.700 millones de dólares) en la contribución del país al presupuesto de la UE.
El principal asesor político del gobierno dijo el martes que las posibilidades de lograr tales objetivos eran escasas, pero en el debate Wilders descartó la posibilidad de una derrota en Bruselas.
"El primer ministro tendrá la tarea de ir a Europa y conseguirlo", dijo. "Y confío en que así será".
(1 dólar = 0,9237 euros)
