Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos.

Los mercados asiáticos están preparados para cerrar la semana con una nota positiva el viernes, apoyados por las ganancias en Wall Street, un dólar más débil y la caída de los rendimientos del Tesoro el día anterior.

Pero el impulso parece flojo y, en todo caso, es más probable que los inversores en Asia terminen la semana cojeando sobre la línea de meta que con un estallido de optimismo alcista.

El calendario económico local está bastante cargado, con el PMI manufacturero de Nueva Zelanda, la producción industrial de India y Malasia, y los datos sobre el gasto de los hogares, los préstamos bancarios, el comercio y la cuenta corriente de Japón.

De las cifras japonesas, el gasto de los hogares es quizá la más importante, ya que los inversores buscan señales sobre la intensidad de las presiones inflacionistas. Las previsiones de consenso apuntan a descensos mensuales y anuales en marzo. Sin embargo, en la última reunión del Banco de Japón, los responsables políticos japoneses parecieron dar un giro hacia la política monetaria de halcones, y algunos miembros del consejo consideraron que era posible que los tipos de interés subieran más rápido de lo previsto.

Sin embargo, alguien se olvidó de alertar al mercado de divisas: el yen no obtuvo ningún impulso evidente el jueves, está rondando los 155,50 por dólar y ha perdido un 1,5% esta semana.

Quizá el dato económico más importante de todos llegue el sábado, cuando China publique la inflación de abril. Los economistas encuestados por Reuters esperan que los precios anuales al productor se mantengan en territorio deflacionista, y que la inflación anual de los precios al consumo sea apenas positiva, del 0,1%.

China lleva aproximadamente un año luchando contra la deflación de los precios al consumo, pero es una lucha que Pekín está luchando por ganar: los precios a la producción han caído en tasa interanual todos los meses desde octubre de 2022, y no hay indicios de que esto vaya a cambiar pronto. La recuperación económica de China avanza a trompicones. Las cifras del jueves mostraron un bienvenido repunte de la actividad comercial en abril, con las importaciones y las exportaciones volviendo a crecer. Las importaciones fueron mucho más fuertes de lo esperado.

Pero otros indicadores han sido menos alentadores y el índice de sorpresas económicas de Citi se encuentra en su nivel más bajo en tres meses. Algunos analistas especulan con la posibilidad de que Pekín acabe bajando el yuan para lograr una recuperación sostenible.

Una devaluación de cualquier magnitud no está exenta de riesgos y puede que nunca llegue a producirse. Pero el yuan está bajo presión frente a un dólar boyante y, aunque las salidas de capital se han ralentizado bruscamente, las entradas aún no han repuntado de forma significativa. Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos siguen deteriorándose y el jueves el gobierno de Biden añadió 37 entidades chinas a una lista de restricciones comerciales, entre ellas algunas por su presunto apoyo al globo espía que sobrevoló Estados Unidos el año pasado.

En el frente empresarial, se espera que el fabricante de chips taiwanés TSMC, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, publique sus cifras de ventas mensuales el viernes, y en Japón los fabricantes de automóviles Honda y Mazda se encuentran entre las empresas que presentarán sus resultados del año completo.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el viernes:

- Gasto de los hogares en Japón (marzo)

- Producción industrial de la India (abril)

- PMI manufacturero de Nueva Zelanda (abril)