Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos de la mano de Jamie McGeever, columnista de mercados financieros.

Los mercados asiáticos abrirán el jueves a la defensiva, con los inversores anticipando otro desplome de la actividad comercial china en un contexto de subida de los rendimientos de los bonos estadounidenses, nuevos máximos de 2023 en los precios del petróleo y una fuerte liquidación en Wall Street.

Se espera que el banco central de Malasia mantenga los tipos de interés en el 3,00% durante una segunda reunión, también se publicarán los datos de las reservas de divisas chinas y las cifras del comercio australiano, y los ministros de Finanzas y Energía del G20 se reúnen en la India antes de la cumbre de líderes de este fin de semana. El ánimo general del mercado se está agriando a medida que avanza septiembre, siendo el último catalizador una lectura sorprendentemente fuerte de la actividad del sector servicios estadounidense y la presión sobre los precios que volvió a poner sobre la mesa una posible subida de tipos de la Fed a finales de este año.

La subida del petróleo a nuevos máximos del año sigue inquietando a los inversores. Por primera vez este año, los futuros del crudo estadounidense son más caros que hace 12 meses, lo que significa que el impulso desinflacionista se ha invertido. Buenas noticias para los exportadores de petróleo, no tan buenas para los importadores como Japón, que importa casi toda su energía. El yen está extremadamente débil y los altos funcionarios japoneses advierten de que todas las opciones para apoyar la divisa están sobre la mesa. En otros mercados asiáticos de divisas, el yuan chino cayó el miércoles a su nivel más bajo en 10 meses, a 7,32 por dólar, y está a un suspiro de caer a profundidades que no se registraban desde finales de 2007.

Los inversores podrían recibir nuevos recordatorios sobre la vulnerabilidad de la divisa a partir de las cifras del comercio chino y de las reservas de divisas del jueves.

El comercio chino ha sido una de las mayores banderas rojas económicas este año. Tanto las exportaciones como las importaciones se han desplomado, reflejando la escasa demanda de productos chinos en el extranjero y la debilidad de la demanda interna.

Los economistas encuestados por Reuters esperan más de lo mismo en agosto -una caída interanual del 9,2% en las exportaciones y del 9,0% en las importaciones-, aunque no tan grave como en los últimos meses.

Las reservas de divisas no suelen ser grandes impulsoras del mercado, pero otro descenso podría ser aprovechado -con razón o sin ella- como una prueba más de la vulnerabilidad del yuan y del enfriamiento de Pekín respecto a los activos denominados en dólares.

Las reservas nominales de divisas de Pekín han aumentado este año, incluso cuando el valor nominal de las tenencias de Pekín en bonos del Tesoro estadounidense ha caído a su nivel más bajo en 14 años. Esto sugiere que China se está diversificando, ya sea en divisas, en activos denominados en dólares o en ambos.

Se espera que las reservas hayan descendido hasta los 3,187 billones de dólares en agosto, frente a los 3,204 billones de julio. A finales del año pasado se situaban en 3,128 billones de dólares.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más orientación a los mercados el jueves:

- Comercio chino (agosto)

- Decisión sobre los tipos de interés en Malasia

- Comercio de Australia (agosto)