NUEVA YORK, 12 feb (Reuters) - Los precios del petróleo subieron más de un 2% el viernes, alcanzando máximos de más de un año, por la esperanza de que el estímulo de Estados Unidos impulse la economía y la demanda por combustible, mientras que la oferta se restringe debido en gran medida a los recortes de producción de los principales países productores.

El crudo Brent subió 1,29 dólares, o un 2,1%, a 62,43 dólares el barril a las 1832 GMT después de haber subido a un máximo de sesión de 62,83 dólares, el más alto desde el 22 de enero de 2020.

El petróleo estadounidense terminó la sesión con un alza de 1,23 dólares, o un 2,1%, a 59,47 dólares, tras haber alcanzado un máximo de sesión de 59,82 dólares, el más alto desde el 9 de enero de 2020.

El crudo WTI de Estados Unidos anotó una ganancia semanal de alrededor de un 4,7%, mientras que el Brent subió un 5,3% en la semana.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con un grupo bipartidista de alcaldes y gobernadores mientras sigue presionando para que se apruebe un plan de alivio de 1,9 billones de dólares para reforzar el crecimiento económico y ayudar a millones de trabajadores desempleados.

Un fuerte descenso de los nuevos casos de COVID-19 y de las hospitalizaciones alimentó las esperanzas de que la vida acabe volviendo a la normalidad.

"Es probable que los estímulos esperados en Estados Unidos y el avance de las vacunas mantengan el apetito por los activos de riesgo ofreciendo apoyo al mercado del petróleo", dijo Jim Ritterbusch, presidente de Ritterbusch and Associates.

Los precios del petróleo han subido en las últimas semanas debido, en parte, a los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de los productores aliados del grupo OPEP+.

"Los precios del petróleo mantuvieron sus recientes ganancias esta semana, alentados por nuevos indicios de que las existencias de crudo, en particular en Estados Unidos, están disminuyendo", dijeron los analistas de Capital Economics en una nota.

"Prevemos que los inventarios se reducirán aún más a lo largo de este año, a medida que la demanda de combustible para el transporte se reactive junto con la relajación de las restricciones a los viajes relacionadas con el virus", añadieron.

(Reporte adicional de Aaron Sheldrick en Tokio. Editado en español por Marion Giraldo)