"El reto consiste, por tanto, en desarrollar un marco regulador que fomente el florecimiento de la creatividad y la innovación, pero que tenga en cuenta los posibles riesgos para la estabilidad financiera", declaró en un discurso Randall Kroszner, miembro del Comité de Política Financiera del BoE.
"Los reguladores, sin embargo, deben estar abiertos a nuevos enfoques que puedan dar forma a estos marcos".