Por Hyonhee Shin y Josh Smith

SEÚL, 18 jun (Reuters) -Vladimir Putin prometió construir sistemas comerciales y de seguridad con Corea del Norte que no estén controlados por Occidente, al dirigirse el martes a Pionyang por primera vez en 24 años, en busca de socios para reforzar el ejército ruso en su guerra contra Ucrania.

Putin prometió su apoyo incondicional en una carta publicada el martes por medios estatales norcoreanos antes de su visita prevista al país.

En la carta, publicada en el diario norcoreano Rodong Sinmun, portavoz del gobernante Partido de los Trabajadores, el presidente ruso afirma que ambos países han desarrollado buenas relaciones y asociaciones durante los últimos 70 años, basadas en la igualdad, el respeto mutuo y la confianza.

"Desarrollaremos mecanismos alternativos de comercio y acuerdos mutuos que no estén controlados por Occidente y nos opondremos conjuntamente a las restricciones unilaterales ilegítimas", escribió Putin. "Y al mismo tiempo, construiremos una arquitectura de seguridad igualitaria e indivisible en Eurasia".

Agradeció a Corea del Norte su apoyo a lo que Rusia denomina su operación militar especial en Ucrania y prometió apoyar los esfuerzos de Pionyang por defender sus intereses a pesar de lo que denominó "presiones, chantajes y amenazas militares de Estados Unidos".

Medios estatales norcoreanos también publicaron artículos alabando a Rusia y apoyando sus operaciones en Ucrania, calificándolas de "guerra sagrada de todos los ciudadanos rusos".

"El pueblo coreano siempre estará del lado del Gobierno y el pueblo rusos, extendiendo su pleno apoyo y solidaridad a su lucha por defender la soberanía nacional y los intereses de seguridad", dijo KCNA en un comentario.

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, reiteró el lunes las acusaciones de que Corea del Norte había suministrado "docenas de misiles balísticos y más de 11.000 contenedores de municiones a Rusia" para su uso en Ucrania.

Dijo que Estados Unidos había visto a Putin "desesperarse increíblemente en los últimos meses" y buscar a Irán y Corea del Norte para compensar el equipo perdido en el campo de batalla.

Moscú y Pionyang han negado las transferencias de armas.

Rusia ha prometido cooperar con Corea del Norte en una serie de ámbitos humanitarios, económicos, comerciales y militares y ha bloqueado los esfuerzos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para supervisar e imponer nuevas sanciones a Pionyang.

ACUERDO DE ASOCIACIÓN

El artículo se publicó un día después de que ambos países anunciaran que Putin visitaría Corea del Norte por primera vez en 24 años durante dos días a partir del martes.

El asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, dijo que Rusia y Corea del Norte podrían firmar un acuerdo de asociación durante la visita que incluiría cuestiones de seguridad.

Dijo que el acuerdo no estaría dirigido contra ningún otro país, sino que "esbozaría las perspectivas de una mayor cooperación, y se firmará teniendo en cuenta lo que ha sucedido entre nuestros países en los últimos años, en el campo de la política internacional, en el campo de la economía, (...) por supuesto, teniendo en cuenta las cuestiones de seguridad".

Formarán parte de la delegación el ministro ruso de Defensa, Andréi Beloúsov, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, los ministros de Recursos Naturales, Sanidad y Transportes, los directores de la Agencia Espacial Rusa y de sus ferrocarriles, y el hombre clave de Putin en materia de energía, el vice primer ministro Alexander Novak.

La visita incluirá conversaciones a solas entre los dos líderes, así como un concierto de gala, una recepción de Estado, guardias de honor, firmas de documentos y una declaración a los medios de comunicación, dijo a la prensa el asistente del jefe de Estado, Yuri Ushakov, según la agencia de noticias rusa Interfax.

Antes de la visita, Corea del Norte parece haber estado haciendo preparativos para un posible desfile militar en el centro de Pionyang, según imágenes de satélites comerciales.

(Reporte de Hyonhee Shin y Josh Smith; reporte adicional de Lidia Kelly en Melbourne y Michelle Nichols en Nueva York; edición de Rosalba O'Brien, Sandra Maler y Gerry Doyle; editado en español por Héctor Espinoza y Benjamín Mejías Valencia)