El tope de emisiones de petróleo y gas propuesto por Canadá llevará a las empresas a recortar la producción en lugar de invertir en la costosa tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CAC), según un informe de la consultora Deloitte publicado el martes por el gobierno de Alberta.

El gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau está elaborando una normativa para obligar al sector más contaminante de Canadá a reducir las emisiones a 137 millones de toneladas métricas, un 37% por debajo de los niveles de 2022, para 2030. Alberta, la principal provincia productora de petróleo de Canadá, y la industria se oponen al plan, argumentando que se trata de un tope a la producción.

Los mayores productores de petróleo de Canadá cuentan con la CAC para la mayor parte de sus recortes de emisiones durante la próxima década. Pero Pathways Alliance, un grupo de seis grandes empresas de arenas petrolíferas, no ha tomado una decisión de inversión definitiva sobre su proyecto de 16.500 millones de dólares canadienses (12.030 millones de dólares) y afirma que necesita más apoyo financiero gubernamental.

En un informe encargado por Alberta, los modelos de Deloitte mostraban que la implantación de la CAC haría económicamente inviables las minas de arenas petrolíferas de alto coste. Para los activos de arenas petrolíferas térmicas de menor coste, reducir la producción seguiría siendo más rentable que invertir en CAC.

"No vemos que se vaya a realizar ninguna inversión en CAC en las arenas petrolíferas", afirmó Deloitte.

Laura Cameron, analista del grupo de reflexión sobre el clima del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, afirmó que el informe planteaba dudas sobre el coste de la tecnología de captura de carbono.

Canadá es el cuarto productor mundial de petróleo, con una producción de unos 5 millones de barriles diarios (bpd).

A pesar de los temores de la industria, en realidad la producción está marcando máximos históricos gracias a un nuevo oleoducto de exportación y a la resistencia de los precios del petróleo. Trudeau propuso el tope en 2021 y su gobierno pretende ultimarlo antes de unas probables elecciones el año que viene.

Según las previsiones de Deloitte, el tope de emisiones daría lugar a una producción de petróleo en 2030 de 5,6 millones de bpd, alrededor de un 10% menos de lo que sería sin un tope. La producción de gas a finales de la década sería de unos 2.200 millones de pies cúbicos diarios con un tope de emisiones, un 12% inferior que sin él.

Esto llevaría a Canadá a perder 90.000 empleos y 282.000 millones de dólares canadienses de PIB entre 2030 y 2040, según el informe.

"Es hora de abandonar esta idea fracasada", declaró en un comunicado el ministro de Finanzas de Alberta, Nate Horner.

Deloitte calcula que las emisiones de petróleo y gas seguirían superando el tope propuesto en 20 millones de toneladas al final de la década, incluso con una mayor eficacia de la producción y medidas para frenar las emisiones de metano.

Preguntado el martes sobre el tope de emisiones, el ministro federal de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, dijo a los periodistas que el gobierno no tenía competencia para limitar la producción. (1 dólar = 1,3719 dólares canadienses) (Reportaje de Nia Williams en la Columbia Británica; Edición de Rod Nickel)