Hombres armados atacaron un cuartel militar, una prisión y otros lugares de Sierra Leona el 26 de noviembre, liberando a unos 2.200 reclusos y matando a más de 20 personas en lo que las autoridades dijeron después que era un intento de derrocar al gobierno.

Los acusados comparecieron el martes ante un magistrado en la capital, Freetown, según informó el ministerio de Información en un comunicado, en el que añadió que entre ellos había ex policías y funcionarios de prisiones y el ex guardaespaldas de Koroma, Amadu Koita.

"Se espera que otros acusados sean imputados en los próximos días", dijo el ministerio.

No fue posible contactar inmediatamente con Koita o con su representante legal para obtener comentarios.

El gobierno ha dicho anteriormente que el golpe fallido fue dirigido en su mayor parte por los guardaespaldas de Koroma.

Koroma, que condenó los ataques en una declaración poco después de que se produjeran, fue citado para ser interrogado en diciembre como parte de la investigación policial.