KIEV, 9 sep (Reuters) - Ucrania se congratuló de una contraofensiva relámpago que, dijo, había reconquistado franjas de su territorio en el este y el sur, mientras el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitaba la capital, Kiev, para prometer más ayuda.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo el jueves en un vídeo que las fuerzas ucranianas habían "liberado docenas de asentamientos" y recuperado 1.000 kilómetros cuadrados de territorio en el este y el sur desde el 1 de septiembre.

Zelenski también publicó un vídeo en el que los soldados ucranianos decían haber capturado la ciudad oriental de Balakliya, cerca de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania. El vídeo publicado en un agregador de noticias ucraniano parecía mostrar que los rusos habían dejado atrás camiones, artillería y munición.

Vitaly Ganchev, un responsable prorruso, dijo a la televisión estatal rusa que los soldados rusos habían rechazado un intento ucraniano de rodear y capturar Balakliya, que, según él, seguía en manos rusas.

Reuters no pudo confirmar de forma independiente los relatos del campo de batalla.

Anteriormente, el general de brigada ucraniano Oleksiy Gromov dijo que las tropas habían avanzado 50 kilómetros detrás de las líneas rusas y recapturado más de 20 pueblos en la región de Járkov.

El ejército ucraniano dijo a primera hora del viernes que las fuerzas rusas estaban tratando de evacuar a los heridos y el equipo militar dañado en las zonas de la aldea de Vilkhuvatka, al suroeste de Járkov, y Borodoyarske, al sureste.

Blinken dijo que las fuerzas ucranianas estaban haciendo progresos y prometió el apoyo de Estados Unidos durante "el tiempo que sea necesario".

"Recibimos una actualización completa de la contraofensiva y, de nuevo, es muy pronto, pero estamos viendo un progreso claro y real sobre el terreno, en particular alrededor de Jersón, pero también algunos desarrollos interesantes en el Dombás, en el este", dijo Blinken a los periodistas antes de dejar Kiev.

Si los avances se confirman y se mantienen, supondrían un duro golpe para Rusia, que según los servicios de inteligencia occidentales ha sufrido enormes bajas.

Los avances también representarían un gran impulso para Ucrania, que está dispuesta a demostrar a sus partidarios occidentales que puede cambiar el rumbo del conflicto y que merece más su apoyo.

La inesperada contraofensiva de esta semana en la región de Járkov vio a las fuerzas ucranianas realizar un repentino y profundo avance detrás de las líneas rusas.

Ucrania lleva semanas hablando de una gran contraofensiva en el sur, alrededor de Jersón. Analistas militares occidentales creen que Rusia puede haber quedado expuesta en otras zonas al apresurarse a reforzar el sur.

El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych subrayó esa posibilidad.

"En principio, se trata de un gran éxito. Hemos encontrado un punto débil donde el enemigo no estaba preparado", dijo en un vídeo publicado en YouTube.

Arestovych dijo que la campaña de Ucrania en Jersón avanzaba más lentamente que en la región de Járkov. Pero el avance en el este era "metódico y organizado". Dijo que las fuerzas de Kiev estaban bien situadas para recuperar más ciudades de Járkov.

La agencia de noticias estatal rusa RIA citó a las autoridades rusas de Jersón diciendo que algunas tropas ucranianas fueron capturadas durante el contraataque y que un número no revelado de tanques polacos que estaban utilizando habían sido destruidos.

Blinken anunció 2.200 millones de dólares en nueva financiación militar para Ucrania y otros 18 países considerados en riesgo de agresión rusa. Aproximadamente 1.000 millones de dólares se destinarán a Ucrania. Estados Unidos también anunció otros 675 millones de dólares en armas para el país.

"TENEMOS MIEDO"

La región de Járkov es fronteriza con Rusia y su principal ciudad, Járkov, lleva meses siendo atacada por misiles rusos después que sus fuerzas no consiguieran capturarla en las primeras fases de su invasión del 24 de febrero.

Los misiles volvieron a impactar en varias zonas de Járkov el jueves, causando numerosos daños y víctimas, según la oficina del fiscal de la región. Las autoridades informaron de más bombardeos rusos en Járkov durante la noche y el gobernador, Oleh Synehubov, dijo que una persona había muerto.

"Estamos asustados. (...) No te puedes acostumbrar, nunca", dijo a Reuters la residente Olena Rudenko.

Rusia ha negado repetidamente haber atacado zonas civiles.

Ucrania se encuentra bajo presión para demostrar avances sobre el terreno antes que llegue el invierno, en medio de las amenazas del presidente ruso, Vladimir Putin, de detener todos los envíos de energía a Europa si Bruselas sigue adelante con una propuesta para limitar el precio del gas ruso.

Rusia ha confirmado los combates en la región de Járkov, pero no ha confirmado ninguna pérdida territorial, aunque cuentas no verificadas en redes sociales dirigidas por expertos militares rusos han sugerido que Rusia sufrió reveses y que tendría que reforzarse.

El jueves también se registraron intensos combates en zonas cercanas a la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, controlada por Rusia, después que Kiev advirtiera que podría tener que cerrar la planta para evitar un desastre.

Putin dijo el miércoles que Rusia no perdería lo que él llama su "operación militar especial" en Ucrania, un ejercicio que ha descrito como un intento de proteger preventivamente la seguridad de su país frente a la expansión de la OTAN, la alianza militar occidental.

(Información de los reporteros de Reuters y de Trevor Hunnicutt en Washington, Simon Lewis en Polonia y de Idrees Ali y Sabine Siebold en Alemania; escrito por Cynthia Osterman; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)