Un grupo industrial de la Unión Europea rebajó el lunes sus perspectivas de demanda de acero para 2024 por segunda vez en cuestión de meses, proyectando un crecimiento del 3,2%, debido a las tensiones geopolíticas, la incertidumbre económica y los elevados tipos de interés.

La Asociación Europea del Acero (Eurofer) había recortado en febrero su previsión de consumo de acero a un alza del 5,6%, tras esperar previamente un repunte del 7,6% este año.

"Las perspectivas para el mercado siderúrgico europeo en 2024 siguen perdiendo impulso en medio de unas condiciones difíciles que persisten", declaró Eurofer en un comunicado.

El grupo también recortó su estimación de la demanda aparente de acero para el año pasado a un descenso del 9% desde la caída del 6,3% que se preveía en febrero.

La demanda aparente de acero mide la producción de acero más las importaciones netas de exportaciones y material entrante que se sigue procesando en el bloque.

El director general de Eurofer, Axel Eggert, hizo un llamamiento para que la UE aplique una política industrial eficaz que ayude a la industria siderúrgica del bloque.

"Estas cifras subrayan la urgente necesidad de actuar si queremos garantizar un futuro resistente a la industria siderúrgica europea y a las interconectadas cadenas de valor de fabricación de tecnología limpia", declaró Eggert.

Las importaciones aumentaron un 11% en el cuarto trimestre y el porcentaje de importaciones el año pasado fue equivalente al 27% del consumo aparente, según Eurofer.

Se prevé que la producción de los sectores que utilizan acero descienda un 1% este año debido al retroceso de la construcción, que representa alrededor del 35% de la demanda de acero de la UE, así como de los sectores de ingeniería mecánica y electrodomésticos.

El sector siderúrgico de la UE produce unos 150 millones de toneladas métricas de acero al año en 500 plantas, con una facturación de 130.000 millones de euros.