Filipinas es propensa a las catástrofes naturales y está situada en el "Cinturón de Fuego" del Pacífico, de gran actividad sísmica, una banda de volcanes y fallas que se arquea alrededor del borde del Océano Pacífico. Los terremotos son frecuentes y hay una media de 20 tifones al año, algunos de los cuales provocan desprendimientos mortales.