"Se trata de una gran victoria tras una larga batalla legal que comenzó en 2020", declaró el abogado Stéphane Teyssier, que representaba a los 139 conductores que habían llevado el caso ante el tribunal laboral Conseil des Prud'hommes de Lyon.

El tribunal decidió que la relación laboral de sus clientes debería haber sido calificada de contrato de trabajo, lo que significa que Uber debería haberles reembolsado los gastos profesionales como la compra de un coche, el combustible y las horas extraordinarias, añadió.

Uber dijo que apelaría, añadiendo: "Estamos decididos a avanzar en la cuestión de los derechos de los trabajadores de plataformas y convencidos de que el camino correcto es el diálogo social con los representantes de los conductores".

La sentencia sólo se aplica al pasado y no significa que los conductores tengan necesariamente la condición de empleados en el futuro, dijo Teyssier.

La cuestión de cómo calificar el estatus legal de los trabajadores de la economía gig en las plataformas en línea en sectores como el transporte a domicilio o la entrega de comida se debate en muchos países.

Las plataformas argumentan que los trabajadores son independientes y pueden elegir cuánto y cuándo trabajar, mientras que los trabajadores y los sindicatos suelen argumentar que deberían recibir los mismos beneficios que los empleados, ya que dependen de las plataformas para ganarse la vida.

El portavoz de Uber dijo que el objetivo de la empresa era "construir un modelo que preserve la flexibilidad que desean y garantice al mismo tiempo mejoras concretas en sus condiciones de trabajo."

En 2020, el máximo tribunal francés reconoció por primera vez el derecho de un conductor de Uber a ser considerado un empleado, una sentencia que ha afectado al modelo de negocio de la firma estadounidense, obligándola a pagar más impuestos y prestaciones a los trabajadores, como vacaciones pagadas.

A principios de este mes, Uber anunció un acuerdo sectorial histórico con los conductores en Francia, garantizando un mínimo de 7,65 euros netos (8,25 $) por trayecto, sentando un precedente tras meses de negociaciones.

(1 dólar = 0,9223 euros)