No hay alternativa para Zambia, el primer país africano en impago en la era COVID-19 en 2020, al tan retrasado proceso del Marco Común para negociar la reestructuración, dijo.

Zambia obtuvo del FMI en septiembre un préstamo de 1.300 millones de dólares a tres años. Ahora busca una reducción de la deuda de 6.300 millones de dólares en valor actual, o el 49% de la deuda externa que se está reestructurando, un nivel que algunos tenedores de bonos han dicho que sería inaceptable.

Musokotwane afirmó que la huelga del operador ferroviario y portuario sudafricano Transnet demostraba que se necesitaban más infraestructuras regionales, y añadió que los prestamistas internacionales no habían valorado antes la necesidad de infraestructuras de África.

"Por eso, por supuesto, cuando otros prestamistas entraron en escena prometiendo infraestructuras, los afectados dijeron: 'Oh, esto es exactamente lo que buscamos'", afirmó. "Pero, por supuesto, quizá lo hicieron en su exceso de celo".

A finales de 2021, alrededor de un tercio de los 17.270 millones de dólares de la deuda externa de Zambia estaba en manos de China, en gran parte para proyectos de infraestructuras. Desde entonces, se han cancelado 2.000 millones de dólares de préstamos no desembolsados, muchos de ellos de prestamistas chinos.