SKF ha inaugurado sus nuevas instalaciones en Monterrey, México, una inversión en una fábrica totalmente nueva por un total de 700 millones de coronas suecas. Esto apoyará el desarrollo estratégico de SKF en las Américas y satisfará las necesidades de los clientes a medida que aumenta el enfoque en la electrificación. Las inversiones son también un paso importante en el reposicionamiento en curso de la cartera de automoción de SKF hacia los segmentos de transmisión de vehículos eléctricos y vehículos comerciales.

En la cuarta fábrica de SKF en México se desarrollarán y fabricarán rodamientos rígidos de bolas (DGBB) para los fabricantes de automóviles norteamericanos, así como rodamientos de rodillos cónicos (TRB) para clientes industriales, por ejemplo en el mercado agrícola, y aplicaciones para vehículos comerciales. Se espera que la fábrica de Monterrey genere unos 1.200 puestos de trabajo una vez esté plenamente operativa.