Altamira Therapeutics Ltd. ha destacado la publicación de un artículo que describe la justificación y el uso de la betahistina en el tratamiento del vértigo residual tras los procedimientos de reposicionamiento físico estándar para el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). El artículo, revisado por expertos, ha sido publicado por un grupo internacional de expertos médicos y científicos en trastornos vestibulares en la revista Frontiers in Neurology y repasa las posibles causas del mareo residual, que se ha notificado en el 31-61% de los pacientes, y las opciones de tratamiento disponibles. El VPPB se caracteriza por episodios repetidos de vértigo producidos por cambios en la posición de la cabeza con respecto a la gravedad, por ejemplo al inclinar la cabeza hacia atrás.

Suele estar causado por partículas desprendidas del oído interno (otoconias) en uno de los canales semicirculares, con mayor frecuencia el canal posterior. Los restos provocan una estimulación vestibular no deseada y suelen eliminarse mediante procedimientos físicos de reposicionamiento como la maniobra de Epley, muy recomendada por la Guía de Práctica Clínica de la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello. El VPPB es el tipo más común de vértigo y representa entre el 17 y el 42% de todos los casos diagnosticados; en Estados Unidos, sólo los costes sanitarios asociados al diagnóstico del VPPB se aproximan a los 2.000 millones de dólares anuales.

Los pacientes que sufren VPPB experimentan importantes molestias y discapacidades durante los episodios sintomáticos, ya que interfieren en actividades cotidianas como conducir un coche o subir escaleras. Aumenta el flujo sanguíneo coclear, vestibular y cerebral y facilita la compensación vestibular e inhibe el disparo neuronal en los núcleos vestibulares. La betahistina para administración oral está aprobada en unos 115 países (con EE.UU. como notable excepción) para el tratamiento del vértigo y la enfermedad de Meniere.

A pesar de su buen perfil de seguridad, la utilidad clínica de la betahistina administrada por vía oral es limitada debido a su escasa biodisponibilidad. El AM-125 es una formulación intranasal de betahistina. Debido a su capacidad para eludir el metabolismo de primer paso, se ha demostrado que el AM-125 tiene una biodisponibilidad entre 5 y 29 veces mayor que la betahistina administrada por vía oral.

Altamira Therapeutics está desarrollando el AM-125 para el síndrome vestibular agudo (SVA). El fármaco en investigación ha sido probado con éxito en un ensayo clínico de fase 2 ("TRAVERS") con pacientes que sufrían SVA tras una intervención quirúrgica vestibular: en comparación con el placebo, el tratamiento con AM-125 ayudó a acelerar la compensación vestibular y a aliviar los signos y síntomas de la disfunción vestibular.