"La demanda global es menor... porque la gente duda en hacer pedidos", dijo a Reuters el director ejecutivo de Alba, Ali Al-Baqali, al margen de una conferencia sobre el aluminio en Barcelona.

"Muchos clientes (europeos) tienen una cartera de pedidos, pero no tienen la certeza de cuándo van a tomar el metal porque temen que si reservan toda la cantidad, entonces empieza la recesión".

El descenso de los precios, junto con unos costes que se han disparado cerca de un 30% desde 2020, está pesando en el negocio, dijo Al-Baqali.

"La rentabilidad... en la primera mitad ya no existe, el reto ahora es cómo vamos a alcanzar el equilibrio", dijo.

La asociación industrial Eurometaux ha dicho que cerca de la mitad de la capacidad de producción de aluminio de la Unión Europea se ha visto obligada a desconectarse debido a los elevados precios de la energía que se han disparado desde la invasión rusa de Ucrania.

El precio a tres meses de la Bolsa de Metales de Londres, que saltó a un récord de más de 4.000 dólares la tonelada en marzo, cotiza ahora a unos 2.300 dólares la tonelada.

"No estamos en números rojos, pero si la LME continúa por debajo de los 2.000 dólares, será una bandera roja para nosotros y para toda la industria".

Alba produce actualmente unos 1,6 millones de toneladas al año, lo que está ligeramente por encima de su capacidad, dijo Al-Baqali.