Por Deena Beasley

(Reuters) - En la medida en que millones de personas tratan de acceder a los fármacos para adelgazar de Novo Nordisk y Eli Lilly, el alza de la oferta, la posibilidad de un uso más amplio y el creciente número de rivales están llevando a algunos expertos a elevar las previsiones de ventas mundiales anuales a unos 150.000 millones de dólares para inicios de la década de 2030.

Hace un año, las estimaciones se situaban en torno a los 100.000 millones de dólares.

"Es muy poco habitual que un medicamento cautive la imaginación de millones de personas", dijo Michael Kleinrock, director de investigación de la empresa de análisis sanitarios IQVIA Institute for Data Science.

La mayoría de las aseguradoras no cubren las nuevas terapias para planes con copagos bajos, pero un porcentaje sin precedentes de personas está pagando por su cuenta o con cupones de los fabricantes de medicamentos, dijo.

El gasto mundial en medicamentos contra la obesidad ascendió a 24.000 millones de dólares el año pasado, según estimaciones de IQVIA en su última perspectiva quinquenal, y podría alcanzar los 131.000 millones de dólares en 2028.

La estimación de crecimiento anual del 27% contrasta con una proyección anterior del 13%.

Sin la ampliación de la cobertura de los seguros, IQVIA cifraba el gasto mundial en medicamentos contra la obesidad en 39.000 millones de dólares en 2028, frente a los más probables 74.000 millones.

Según Kleinrock, alcanzar los 131.000 millones de dólares dependerá también del tiempo que los pacientes sigan tomando un fármaco, de si los medicamentos se usan para tratar otras enfermedades o incluso del desarrollo de nuevos modelos de venta directa al consumidor.

La escasez que limitó las ventas en 2023 se está resolviendo, dijo, aunque siguen limitadas en gran parte por la capacidad de fabricación.

El suministro de Wegovy, de Novo, y Zepbound, de Lilly, sigue siendo limitado, pero las empresas han aumentado la producción.

DEMANDA INSATISFECHA

BMO Capital Markets estima ahora que las ventas anuales de medicamentos para adelgazar alcanzarán los 150.000 millones de dólares en 2033, frente a una previsión anterior de más de 100.000 millones para principios de la década de 2030.

Leerink prevé unas ventas anuales de 158.000 millones de dólares para 2032.

Los analistas citan datos recientes que muestran que los fármacos autoinyectables ayudan a evitar costosas urgencias, como infartos y derrames cerebrales, o a tratar dolencias crónicas, como la apnea del sueño, lo que respalda la idea de que las empresas y las aseguradoras paguen por ellos.

"Existe una demanda de los consumidores y una necesidad médica insatisfecha", afirma David Song, gestor de la cartera de Tema Obesity & Cardiometabolic ETF.

"Más de 100 millones de estadounidenses son obesos, y aún más tienen sobrepeso. En todo el mundo, se calcula que hay cerca de 1.000 millones de obesos", agregó.

Las ventas de los nuevos medicamentos, cuyos precios de catálogo en Estados Unidos superan los 1.000 dólares al mes, han aupado a Lilly y Novo a las filas de las empresas más valiosas del mundo. Las acciones de Lilly han subido un 36% en lo que va de año, y las de Novo un 33%.

Los rivales ven espacio para tratamientos más cómodos, que ofrezcan mayor pérdida de peso o prometan más beneficios para la salud. Algunos buscan mejorar la durabilidad o la calidad de la pérdida de peso distinguiendo entre grasa y masa corporal magra.

Lilly y Novo también están desarrollando compuestos de nueva generación.

Según IQVIA, más de 80 medicamentos experimentales contra la obesidad han alcanzado la fase de pruebas en humanos.

La cartera de productos está dominada por fármacos que, como Wegovy y Zepbound, imitan una hormona intestinal llamada GLP-1, ya sea por sí solos o en combinación con compuestos dirigidos a una segunda hormona llamada GIP, como Maritide de Amgen. Amgen espera obtener resultados de fase intermedia a fines de este año.

Otros fármacos experimentales, como la retatrutida de Lilly, se dirigen a la hormona reguladora de la glucemia glucagón, además del GLP-1, GIP o ambas.

La tercera categoría en importancia incluye fármacos como la amicretina de Novo, que además de unirse al GLP-1, actúa sobre una hormona pancreática llamada amilina que afecta al apetito.

"Habrá competencia de precios" con la entrada de nuevos operadores en el mercado, afirma Song, pero lo más probable es que el acceso se amplíe y el mayor volumen compense la erosión de los precios.

(Reportaje de Deena Beasley en Los Ángeles; información adicional de Patrick Wingrove en Nueva York; edición en español de Javier López de Lérida)