Bloomberg reveló ayer que la impresión 3D podría utilizarse para algunos de los smartwatches de Apple. Una solución que debería requerir menos material que las actuales técnicas de fundición, así como un plazo de fabricación más corto. Como resultado, se espera que se reduzcan los costes de producción, otro impulso para la rentabilidad del grupo.

Como puede imaginar, la técnica es más compleja que la simple impresión de una pieza desmontable. El proceso se denomina " binder jetting ". Se depositan varias capas de sustancia en polvo y película que se unen mediante un aglutinante, a menudo microgotas de fotopolímero. La luz ultravioleta endurece el conjunto. A continuación, el conjunto se comprime antes de ser acabado mediante fresado.

La ventaja de esta técnica, aparte de la reducción de costes antes mencionada, es que puede utilizarse con casi cualquier material, siempre que pueda reducirse a un polvo muy fino. Así que no hay ningún problema en fabricar el Apple Watch Ultra en titanio o el Apple Watch estándar en acero. La compañía aún no ha confirmado los comentarios de Bloomberg.